1. Me colé en una orgía


    Fecha: 19/07/2017, Categorías: Voyerismo Autor: priscilla69, Fuente: CuentoRelatos

    Las fiestas continuaban en mi pueblo.
    
    Después de una semana de relax, en la playa o, a la sombra de algún chiringuito, me dispuse a comenzar de nuevo la llegada del fin de semana, con cierta euforia.
    
    Se anunciaba que habría una fiesta de La Espuma en el mismo lugar donde hubo la verbena el sábado anterior.
    
    Me empecé a alborotar, después de lo ocurrido el sábado anterior.
    
    Partí hacia mi casa, revolví un cajón y encontré un escueto bikini, que no dudé en ponerme. Agarré la toalla del tendedero y me puse rumbo al lugar.
    
    Por el camino, y debido a que estábamos siendo víctimas de una ola de calor, me dejé caer por varios bares que fui encontrando por el camino.
    
    Después de varias copas de más, noté que me tambaleaba un poco, y al volver la cabeza veía las imágenes distorsionadas. Pero yo, simulando un paso firme y decidido, logré mi objetivo y llegué al punto festivo.
    
    Una enorme concentración de gente, se movía al compás de la música discotequera que pinchaba un Dj, sobre una tarima que había frente a la multitud. Mientras, dos enormes cañones echaban espuma hasta cubrir sus cuerpos e incluso alguna cabeza.
    
    Abandoné la toalla sobre una silla y me metí entre la gente. La espuma comenzó a apoderarse de mí. Cuando me di cuenta, llevaba hasta en las orejas.
    
    Entre la oscuridad de la noche, pues las luces discotequeras que había para la ocasión, no alumbraban mucho, y la enorme cantidad de espuma blanca que nos cubría a todos casi por completo, no se veía ...
    ... nada.
    
    De repente, alguien tiró de mí y me apoyó contra las vallas que hacían de cercado a la fiesta.
    
    Comenzó a pasar sus dedos por mi bajo vientre, con dirección a la parte baja de mi bikini, que separó con diestro de mi cuerpo, para llegar a mi lugar favorito. Eran dedos osados y juguetones que, resbalando con la espuma, fueron a parar a mi clítoris. No se anduvieron con muchos rodeos y entraron en mí, haciendo maravillas en mi carne, que palpitaba con ansia de que algo más grande y jugoso se apoderase de mi vagina.
    
    De repente, mientras los dedos entraban y salían de mí, noté como una verga se frotaba con la hendidura de mi trasero.
    
    -¡Esto no me cuadra!
    
    Exclamé en voz baja, pues si la persona que tenía delante, me metía los dedos y yo le acariciaba su erección, ¿Quién diablos estaba detrás?
    
    En efecto, había otra persona tras de mí, que intentaba sodomizarme. Mientras introducía su polla en mi trasero, acompasaba con su lengua, hundiéndola en mi oído izquierdo.
    
    -¡Joder!
    
    Chillé mientras salía de mi boca tal cantidad de espuma que parecía estar exprimiendo una esponja.
    
    La persona que tenía frente a mí, sacó sus dedos de mi vagina y los sustituyó por su enorme polla, que me hundió de manera lenta y precisa.
    
    Me estaban dando por todos los orificios. Allí, en medio de una multitud que parecía ajena a todo.
    
    O no. Yo iba tan bebida y estaba tan sorprendida, que lo único que podía hacer era, sacar espuma por la boca, entre los jadeos de placer que me ...
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