1. Le di el mejor masaje de su vida


    Fecha: 14/11/2021, Categorías: Primera Vez Autor: D. Alexander, Fuente: CuentoRelatos

    ... la intención de que se relajara por completo; ahí comenzó mi trabajo.
    
    Me dice “me siento bastante cansada y el estrés a millón, debido al día a día, más trabajo, etc., me duele del cuello hasta los pies...”.
    
    -Debe relajarse, cierre los ojos y piense en algo que le guste mucho, lleve su mente a ese momento, a ese lugar, tome una respiración profunda y suelte el aire.
    
    Así lo hizo repetidas veces. Comencé por el cuello, y los hombros, suavemente deslizaba los dedos por detrás de las orejas, cuello, hombros. Luego dejaba caer gotas de aceite aromático por toda la columna vertebral desde donde empieza hasta el final, podía ver como la espalda se erizaba y como contorneaba el cuerpo. "Ver aquello era muy excitante"...
    
    Con los pulgares recorrí la columna desde el cuello hasta abajo, yo percibía o eso creía yo, que le daba placer más que relajarse.
    
    Un deseo carnal se apoderó de mí en ese momento, ya los masajes poco a poco se estaban transformando en caricias, mis manos se deslizaban por toda la espalda, sin pensarlo mucho quite la toalla, mis ojos quedaron fijos en su cuerpo, no podía creerlo, que estuviera acariciando a la mujer que esperaba viniese cada viernes.
    
    Unte mis manos con más aceite, comencé a dar masajes en la parte de atrás de los muslos, con una mano en cada uno, subía, bajaba, me dedique en esa zona un largo rato. Sentía que ella estaba plácida, disfrutando de lo que estaba haciendo, no negare que estaba nervioso pero de igual modo continuaba.
    
    Ya ...
    ... no eran "masajes" eran verdaderas caricias cargadas de erotismo, sin llegar a su intimidad. Mis manos bajaron a las piernas, seguía acariciando sin parar, suave con calma, apasionadamente, llegue a los pies, ahí me dedique uno por uno; tomé cada dedo y lo acariciaba con ternura, con delicadeza, luego los talones y finalmente los tobillos.
    
    De pronto pude escuchar un suspiro profundo, era un suspiro de placer, en mis adentros dije "es mi momento de darle el placer que ella desea"...
    
    En vos baja “colócate boca arriba”, ella lo hizo de inmediato; tomó la toalla para cubrir los pechos, no sé si era a propósito o descuido, pero solo cubrió un poco la zona de pezones. Bajé mi mirada hacia la entrepierna, noté lo mojado que estaba el pantys. ¡Y eso no era aceite!! Era el néctar que emana de su intimidad!
    
    Eso me produjo una excitación inmediata, la cual no podía ocultar. Por un momento pensé seguir de los pies hacia arriba pero, se apoderó el deseo en mi mente; y abrí un poco sus piernas, deje caer poca gotas en las ingles, me coloque a espaldas de ella, comencé hacer masajes que abarcaban toda la zona sin tocar su parte más sensible, mis dedos se pasearon por el lugar por minutos, podía ver como se iba poniendo cada vez más húmeda la tela; y ya su respiración eran jadeos placenteros.
    
    Era súper excitante ver lo mojada que estaba, la tela blanca se hacía traslucida y podía observar su forma.
    
    De pronto sentí sus manos en mi espalda...
    
    Me apretaba mientras suspiraba, no ...