1. Mi primer regalo de navidad


    Fecha: 10/11/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    Veintitrés de diciembre, eran como las cuatro de la tarde cuando tocan a la puerta. Mi madre se apresura a atender con su mandil de cocina, llena de alegría. Mis tíos habían llegado para pasar la navidad en casa.
    
    Mi tía, su esposo y su hijo desfilaban por la puerta entre risas, pasando a saludar de paso a mi papá, y mi mamá con suma euforia y calidez.
    
    Habían llegado justo a tiempo para la comida, mi tía se acomidió a ayudarle a mi madre a terminar de preparar el estofado típico de las fechas. Y las risas, los recuerdos, anécdotas, y los saludos a petición de los familiares que no pudieron asistir este año.
    
    Terminando la comida nos acomodaríamos como pudiéramos en las habitaciones disponibles de la casa. Mamá y papá no sufrirían por las visitas, mis tíos se quedarían en el cuarto de huéspedes, pero yo, en cambio, compartiría la recamara con mi primo.
    
    A decir verdad no me molestaba en absoluto, siempre he llevado una linda amistad con mi primo desde niños, y ahora no es muy diferente; mantenemos contacto aún a distancia desde las redes sociales y nos llevamos bien pese a vivir en ciudades diferentes desde hace ocho años.
    
    Yo tenía diecinueve años en ese entonces, él era un mayor, debía tener veinticuatro seguramente. Esa primera noche nos desvelamos un poco platicando de nuestras vivencias cuando éramos niños; me confesó que tenía novia desde hacía tres años cuando la conoció en la universidad, parecía algo serio, llevaban muy bien su relación, incluso me mostró ...
    ... algunas fotos que guardaba con mucho cariño en su móvil. Se les veía muy felices.
    
    Justo en esas fechas no tenía pareja sentimental alguna, y a decir verdad sentía mucha envidia de mi primo. Sucede que siempre me ha atraído desde muy pequeños. No es para menos, es un chico muy lindo, agradable, amigable, maduro, e inteligente. Siempre estuve enamorada de su mirada seria, su seguridad y esa coqueta sonrisa simpática y natural que suelta cada vez que hace alguna broma, cuando menos te lo esperas.
    
    Al día siguiente todo fue un torrente de emociones, un frenesí total. Mi abuela llegaba desde temprano, quien junto con sus hijas le ayudarían con la cena de navidad. En tanto, mi primo y yo seríamos los encargados de realizar las compras. Salimos en el auto de mamá. Y las compras, las filas, la tarjeta, el tráfico, el caos.
    
    Pero yo estaba encantada de pasar el día de compras con mi primo, quien me alegraba el día con sus divertidas bromas, no lo sé, un poco me sentía como su novia en ese momento.
    
    Ya por la tarde fue toda alegría y espíritu navideño. La familia llegaba a pasar la navidad; la casa estaba llena, todos reían y el calor de hogar empañaba las ventanas enajenando el helado frío del exterior. Los tíos jugaban cartas con mi papá, las tías conversaban amenamente con la abuela y con mamá. Y yo me divertía con los primos y primas en la sala, compartiendo anécdotas y recuerdos.
    
    La noche se desarrolló de las mil maravillas, a mí siempre me ha gustado la navidad y mucho ...
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