1. Mi curioso amigo el repartidor


    Fecha: 01/11/2021, Categorías: Masturbación Autor: elanonimo80, Fuente: CuentoRelatos

    ... jalármela.
    
    En eso en mi teléfono busqué rápidamente en internet unas fotos de mujeres nalgonas y se las enseñé, le dije “mira, así como estas”, el cual creo que se calentó mas y me dijo “si pudiera ahorita me la jalaría” y le dije “pues hazlo, por mí no te preocupes”.
    
    Se estacionó en una zona sola y se metió a la cabina de la camioneta. Debo aclarar que la unidad que nos asignaron era de esas grandes donde llevan el pan atrás y hasta tienen un pasillo para caminar y así poder surtir mejor las charolas de pan, pues bueno se metió atrás y se bajó su pantalón a media rodilla y se empezó a masturbar mientras yo vigilaba que nadie pasara. Cuando de repente me dijo “haz tu lo mismo si quieres, solo vigila que no te vean” y así lo hice. Me la estaba jalando y él atrás también me veía y yo lo veía, en eso recordé a la señora de 50 años y le dije “imagínate a la señora estando aquí”, eso lo hizo ponerse más caliente y se vino a chorros. Después de limpiarse tomó de nuevo el volante y me dijo “ahora tú ve atrás y termina de masturbarte”. Así lo hice y viendo las fotos de mi celular también me vine bien rico.
    
    Así era ya nuestra rutina diaria, se nos hizo una costumbre masturbarnos detrás de la camioneta, cada día nos intercambiamos imágenes o ...
    ... fotos para hacerlo.
    
    Un día se le ocurrió hacerlo con algún producto, abrió un pan y como juguete sexual se masturbaba fingiendo que era una vagina. Ese día me dijo “vente para acá atrás y prueba igual que yo”. Así que me metí también atrás y también escogí un producto, el clásico negrito relleno de chocolate. Él estaba sentado en un banco y yo me masturbaba delante de él, hasta que me dijo “alguna vez te ha mamado la verga un hombre”, a lo cual le dije que no, y me dijo que tampoco él lo había hecho y que si lo dejaba que me diera unas mamadas, de hecho me dijo, “se me antoja ese negrito…”.
    
    Me acerqué a él y como él estaba sentado me empezó a mamar la verga despacio. Creo que él ya lo había hecho alguna otra ocasión porque la mamaba súper rico, como si tuviera ya experiencia en chupar vergas, solo me dijo que cuando me fuera a venir le avisara para que se saliera, y así fue, le avisé antes de venirme y ese día fue muy placentero mi día de trabajo.
    
    Así pasaron varios meses hasta que lo cambiaron de ruta y ya solo lo veía al entrar al trabajo y en ocasiones a la salida ya que los horarios de salida no eran los mismos.
    
    Ese era mi secreto del trabajo de repartidor. Más adelante publicaré más experiencias que me han pasado. Saludos. 
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