1. El gordito y la indígena Autor Map


    Fecha: 27/05/2018, Categorías: Voyerismo Autor: mapmaker, Fuente: RelatosEróticos

    El gordito y la indígenaAutorMapmaker
    
    Nunca pensé que le tomaría el gusto a fisgonear lujuriosamente los actos sexuales de terceras personas; adquirí un gusto enfermizo que me excitaba el ver a otras personas teniendo sexo; gusto que sólo podía calmarlo al sacudirme el miembro hasta correrme.
    
    La ultima pareja que tuvo el gordito, era una indígena de la misma estatura; de contextura robusta sin llegar a obesa; piel lozana, cobriza; piernas robustas, culo redondo y firme, senos parados con grandes pezones de aureolas oscuras; brazos torneados, rostro exótico de ojos rasgados; labios carnosos; vulva gorda, carnosa desprovista de vellos coronada con un clítoris regordete, sobresaliente como un pezón.
    
    No habían cerrado la puerta cuando ya estaban enredados besándose; la saya que cubría sus caderas quedaba en el piso mostrando que no utilizaba bragas; le despojaba de la blusa dejándola completamente desnuda de inmediato el gordo zambullía su rostro en la panocha de la mujer saboreando los jugos que esta segregaba; la india abría la boca emitiendo sonidos apagados producto del placer que le proporcionaba la mamada.
    
    Se acomodaba sobre el gordo para acariciarlo también; el prominente vientre no le causaba problemas debido al tamaño y forma de su verga; la alcanzaba perfectamente; tomaba el glande con sus gruesos labios proporcionándole unas chupadas fabulosas; por su parte el gordo atrapaba en su boca el carnoso clítoris chupándoselo golosamente causando el derrame de ...
    ... sus jugos y la convulsión de su formidable culo.
    
    El glande no soportaba semejante castigo; la india sostenía desesperadamente la verga con ambas manos mamándola sin darle tregua; el gordo le succionaba el clítoris ocasionando que este creciera al máximo; sentía la emisión caliente de jugos dentro de su vagina que terminaba en un orgasmo explosivo; ellapercibía la erupción que nacía en los huevos y su recorrido por el templado pene para salir expulsado en potentes chorros que llenaban su boca; tragaba lo que podía, el resto escapaba por la comisura de sus labios; ambos jadeaban emitiendo sonidos roncos, profundos.
    
    Ese era el preámbulo, la acostaba sobre el lecho, flexionando sus piernas, se arrodillaba tras sus nalgas y la penetraba hasta donde le permitía la prominente barriga; la india se impulsaba a su encuentro buscando la penetración más profunda; al no estar satisfecha, ella misma se sacaba el miembro para incrustárselo en el culo, continuaba impulsando su trasero hasta sentir que los testículos frenabanla penetración en su recto, esto los enardecía y los llevaba al paroxismo del deseo ocasionándolescorridas increíbles; quedando temblorosos, exhaustos.
    
    Nada más recuperar las fuerzas, la india empezaba a besar al gordo y a sobarle el miembro despertando nuevamente el deseo; le ponía la tranca a mil para montarse sobre ella; desde mi escondite apreciaba cómo iba desapareciendo en su gorda panocha; la india meneaba las torneadas caderas acomodando en su interior el ...
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