1. ¡Vámonos de putas!


    Fecha: 21/10/2021, Categorías: Voyerismo Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos

    Quiero relatar una experiencia de mi amigo Cornelio con una puta muy hermosa, aunque la introducción de la historia no fue así, sí fue parecida porque fui uno de los acompañantes, y la acción posterior fue lo que platicó mi amigo…
    
    Así gritábamos cuando salíamos del trabajo los viernes. Yo, aunque no lo propiciaba, y debido a que hacía meses me había divorciado de Stella, me gustaba ir a las borracheras donde conseguíamos seguirla en compañía de alegres mujeres de la vida nocturna que sabían bien su oficio.
    
    Invitado por mis amigos, nos fuimos a un bar de la colonia Guerrero donde había una pequeña orquesta que tocaba muy bien y variado. Obviamente también había “señoritas” que servían de compañía de baile y de mesa. Me tocó una tetona que era muy buena para el faje pues me recordó a la puta de mi exesposa, sobre todo cuando me abrazaba acunando mi cara entre sus chiches. Se sacó una teta invitándome a mamar, ¡y claro que la mamé!, pues sus pezones guindas me invitaban al mezclarse los recuerdos de mi ex con las tetas abundantes y algo flácidas, de piernas flacas, pero bien torneadas.
    
    Tomamos y metíamos mano hasta los pelos de sus cucas, pero no se dejaban meter el dedo, “después”, decían, “ahorita hay que bailar y tomar” provocándonos para tomar mucho. Sabido es que a ellas les sirven sólo refresco y agua mineral con poco o nada de alcohol, pero al cliente se la cobran como una cuba fuerte. Por mi parte, hice como que tomaba y le daba de mi vaso a la puta que lo ...
    ... tomaba con gusto y a cada trago se ponía más arrecha todavía, dejándome meterle los dedos en la vagina y jugar con su clítoris. “Qué rica la traes papacito”, me decía al bailar y sobarme la verga sobre el pantalón. “Me gusta el olor del perfume que tienes”, le decía cuando sacaba los dedos empapados en su jugo, cada vez que sacaba mi mano para olerla, y ella me los chupaba lascivamente. Tomamos, fajamos y bailamos hasta que nos avisaron que ya cerrarían el establecimiento.
    
    –¿Me vas a invitar a pasar la noche contigo, papito? –me preguntó la puta, antes de vaciar mi vaso de licor. Yo tomé muy poco, pero mi puta se emborrachó al tomar las bebidas que a mí me dieron.
    
    –Estás tan borracha como yo, quizá no podríamos hacer mucho, nena, pero vamos si me dices tu nombre real –le dije dándole un beso tronado en los labios.
    
    –Me llamo Gloria, pero aquí me conocen por Tere –contestó dándome un apretón de verga en cada palabra que pronunciaba.
    
    –No se diga más, ¡vámonos! –le dije dándole una nalgada.
    
    –Espérame tantito, voy por mi abrigo y mi bolso –dijo regresándome un beso igual.
    
    Ella se levantó pidiéndome que la esperara pues iba por su bolso y su abrigo. Tiempo que aproveché para despedirme de mis amigos, quienes daban algunos billetes a sus respectivas compañías.
    
    –Váyanse con cuidado, porque ya están muy borrachos –les dije–. Yo voy a esperar a Tere, la seguiremos en privado.
    
    –Bienaventurado tú que puedes seguirla! Pero también cuídate, a veces te drogan para robarte ...
«1234...»