1. Flrecen las magnolias por Mariano


    Fecha: 21/10/2021, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Salí temprano del trabajo con un poco de inquietud, sentía un profundo calor que me sofocaba desde adentro, así que decidí entrar a un café para tomar una limonada. En la barra no había nadie, así que me acomodé muy cerca de la caja para beberla apresuradamente y salir lejos hacia ningún lugar determinado. Después de saludar y pedir lo que quería, el cajero cobró y me entregó el recibo mientras gritaba con voz firme sin ser escandaloso – Por favor, dos limonadas, pero muy rápido porque tenemos prisa – Me sentí sorprendida pensando que se había equivocado, revisé mi factura y sólo había cobrado una. Subí la mirada y el joven me se había quedado mirando. Al ver la expresión de interrogación que yo tenía, no tardó en responderme.
    
    – Las cosas buenas se contagian –
    
    – ¿La sed le parece cosa buena? –
    
    – La sed no, pero me contagia un calor muy íntimo que usted despide y siento que le viene desde muy adentro – El chico me dejó tan en mi sitio que no se me ocurrió nada para responder. Me sentía descubierta. Me trajo la limonada y se bebió la suya, lentamente como yo. Lo miraba de soslayo y no hallaba que decir. Pensé entonces que estaba pasando con migo y recordé mi tratamiento. Entonces un poco mejor ubicada en mis circunstancias decidí preguntarle. –
    
    – ¿Qué piensa usted que me sucede?
    
    – ¿No estará tomando usted algún medicamento? –
    
    – Ahora que lo menciona estoy tomando un nuevo medicamento a base de estrógenos, somos varios que participamos en el experimento, ...
    ... gracias a su perspicacia ahora entiendo mejor lo que me está sucediendo –
    
    – Le voy a dar un consejo. Escúcheme con atención. Al final de este pasillo hay una puerta de vidrio. Allí, por un precio solidario podrá pasar todas las horas que quiera por el mismo precio para disfrutar de un baño turco, un sauna, o como le llamen. Cuando salga relajada agradecerá mi consejo, luego pasará por acá que yo le invito una cervecita –
    
    El chico es alto y muy bien parecido. Su piel es blanca. Alto, corpulento, fuerte, viril y con la sonrriza bonita de la gente que no hecha trampas.
    
    – Le dí las gracias y me dirigí al sauna diciéndole – Así será –
    
    El lugar es muy limpio y ordenado. Está bastante solitario. Después de registrarme me entregaron una toalla con una tela de sábana para amarrarla a mi cintura como si fuera un guayuco. Una llave con un número para guardar mi ropa, un par de chinelas y una pastilla de jabón. En una sala contigua está un vestuario y una sala de duchas.
    
    Por un lado me pasa un tipo desnudo saludando muy amistoso – Buenas tardes, bienvenido al sauna, hoy está muy tranquilo, estamos solos los dos – Le respondo con lo mínimo que podría hacer para mantenerlo a la raya, sin dejar a un lado mi educación – Muchas Gracias – Pero con un gesto en la mano sin detenerme a mirarlo. Confieso que ver la imagen un culo peludo moviéndose entre las duchas del sauna nunca me atrajo para nada, pero por primera vez durante este proceso inducido por el tratamiento de hormonas, ...
Β«1234...Β»