1. Ana Sofía


    Fecha: 12/10/2021, Categorías: Transexuales Autor: anasofia, Fuente: CuentoRelatos

    En las vacaciones al terminar la secundaria y antes de entrar a la prepa, deje de ver al “chespirito”, al que casi veía diario fue a mi amigo Raúl, a quien en esa época yo consideraba mi mejor amigo. A él lo conocí desde el primer día que entramos a la secundaria, desde ese momento nos hicimos amigos, Claro que nunca le conté que me gustaba ponerme ropa de mujer y mucho menos lo que hacía con el “chespirito”, imagina, si los homosexuales eran muy mal vistos, ni que decir de los travestis.
    
    Mi amigo no me gustaba como hombre, él era eso, mi amigo con él jugaba, hacía tarea y compartía todo en la escuela, el que si me “encantaba“ era su papá, me gusto desde la primera vez que lo vi. Recuerdo perfectamente que era un hombre muy alto como de 1.90, tenía pelo por todos lados, unas manos enormes, muy moreno y un poco corpulento sin llegar a ser gordo, el caso es que me fascinaba.
    
    Cada que le veía me ponía muy nerviosa (o excitada) sentía un vació en el estómago como si tuviera miles de grillos brincando dentro, me sentía confundida, el estar consciente de que un hombre me gustara y ”viejo”, además esto no se lo podía contar a nadie ni pensar en contárselo a mi amigo, como iba a decirle que su papá me gustaba, además estaban las bromas de mis otros amigos acerca de los homosexuales o putos como ellos y yo misma les decíamos, francamente me daba miedo pues seguramente se iban a reír mucho de mí, de todas formas aun no-tenia bien claro que era homosexual, así que lo oculte para ...
    ... que nadie se diera cuenta.
    
    Recuerdo perfectamente los primeros días del mes de Agosto de aquel año, comenzaban las vacaciones, acaba de terminar la secundaria, el papá de mi amigo Raúl me seguía encantando, tenía unos ojos negros que miraban de una forma muy cálida, y unos labios grandes, como se me antojaba besarlos, fantaseaba con ser su novia, aunque no-tenia bien claro lo que eso significaba realmente, pensaba que el ser novios era para andar tomados de la mano y darse uno que otro beso por supuesto era una idea más romántica que sexual, las cosas que hacía con el chespirito en esa época las consideraba mas una travesura que algo sexual, la verdad aparte de ingenua era bien tonta.
    
    Héctor, así se llamaba el papá de mi amigo, tenía también una risa espontánea y muy agradable, cuando reía se veía muy guapo, o yo lo veía atractivo, siempre bromeaba y contaba chistes, me divertía mucho cuando estaba en su casa, cada que estaba de visita con mi amigo me sentía inquieta, el estómago me revoloteaba a mil por hora, el señor siempre era muy atento conmigo, constantemente me daba palmaditas en la espalda o de plano pasaba su mano por mis hombros.
    
    Para colmo Raúl empeoraba las cosas ya que constantemente me decía que su papá no paraba de hablar de mí, que si era muy blanco, que si estaba muy esbelto, en esa época yo media como 1.68 y pesaba 48 kg., en fin, mi amigo me decía que si no fuera porque eres hombre pensaría que le gustas. Esto contribuía a sentirme más confundida y ...
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