1. Mi morocha amante


    Fecha: 23/09/2021, Categorías: Anal Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Ese 2013 fue un gran año sexual, no solo me comía a la ricura de Ivette, sino que también mi amiga Estela de vez en cuando me daba unos ricos momento de placer.
    
    Habían pasado un par de semanas desde el último palo que tuvimos, esa noche había sido muy buena, pero las ganas que teníamos de estar juntos eran notorias, así que aprovechando que salimos con un grupo de amigos, nos escapamos ella y yo.
    
    Con Estela la cosa era que cogíamos, pasábamos la noche y al día siguiente me aventaba el choro de que estaba mal, pero aun así seguíamos cogiendo cada que podíamos.
    
    Estábamos calientísimos ya que tenía semanas que nos mandábamos mensajes eróticos y fotos desnudos, al entrar a la habitación inmediatamente la acosté en la cama, besos pasionales acompañaban mientras nos desnudábamos mutuamente.
    
    Ya se me estaba haciendo vicio mirarla desnuda, probar su sexo y gozar su rico cuerpo pese a que ella es muy fácil y sé que terminaba siempre con varios tipos.
    
    Yo baje directo a comerme su conchita, ella jadeaba mis dedos jugaban con su vagina que estaba humedecida a mas no poder, mi lengua entraba y salía al mismo tiempo la llevaba a su ano donde me deleitaba de igual forma metiendo ¡mi dedo!
    
    E: ¡Uhm!! ¡Que rico!
    
    T: ¡Ay Estela!! sabes delicioso!
    
    Succionaba sus fluidos, mi lengua estaba escalda, el aroma que desprendía su sudada vagina me excitaba al máximo, prácticamente hacia buches con sus fluidos y ella gemía de lo rico que sentía.
    
    Me acosté en la cama y ella ...
    ... se fue directo a mi verga, la lamia como paleta, sus dientes rasgaban mi tronco y les daban pequeñas mordidas a mis bolas, su lengua bajaba y subía para después tragar de un solo bocado la mayoría de mi verga, con sus tetas comenzó a hacerme una rusa, yo gozaba, de verdad ella me encantaba mucho.
    
    Era muy buena devorándome el palo, le apretaba su cabeza y la guiaba para que se tragara lo más que pudiera, su boca apenas se abría lo suficiente para mi grosor, pero aun así me daba un placer enorme.
    
    T: ¡Uy!! ¡Que rico nena, uhm!!!
    
    E: ¡Me encanta tu verga bebe!
    
    T: Uhm, ¡ya lo noté!!
    
    E: ¡No me la acabo!!
    
    Después de su rica mamada, yo seguí acostado y ella subió a cabalgarme, se movía muy despacio pero rico su cadera, yo acariciaba sus pezones y sus piernas, ella aumentaba la velocidad de sus cabalgatas, me encantaba ver sus gestos y como brincaban sus tetas, nos acomodamos en una pose sentados frente a frente, nos besábamos y mordíamos cada parte de nuestro cuerpo.
    
    La acosté en la cama y la abrí como compas, comencé a penetrarla suave mientras mordía sus tetas, mis penetraciones aumentaban de velocidad y ella gozaba.
    
    E: ¡Ay papi! Así que rico, ¡ah!!
    
    T: ¡Estelita, uhm!!
    
    Sus palabras me excitaban más le levante las piernas y se la deje caer fuertemente, el sonido del choque de nuestros cuerpos me aceleraba todo, sentí como se estaba viniendo ya que no solo escurría si no también se convulsionaba…
    
    E: ¡Ah papi! me vengo!
    
    T: ¡Ay bebe como me mojas, ...
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