1. La conferencia


    Fecha: 22/09/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuenta. Podía ver entre los respaldos de sus asientos como la mano de uno de ellos se deslizaba por el muslo del otro subiendo despacio hacia su polla.
    
    Me distrajo un momento una rubia impresionante que bajaba por mi lado hacia el escenario. Era la siguiente ponente y no costaba nada imaginársela sin ropa pues su pegado vestido de lycra era francamente revelador y parecía que ella llevaba tan poca lencería bajo el vestido como yo. Su cuerpo sinuoso era seguido por la vista de cada persona en la sala hasta que se puso al lado de Baco.
    
    El contraste entre la noche y el día no era mas grande pero irónicamente es lo que yo había imaginado antes. Si él era Dionisio ella era Venus, Afrodita. Una diosa de la antigüedad bajada a la tierra desde algún lascivo Olimpo.
    
    Cuando mi vista volvió a los dos chicos descubrí con sorpresa que uno de ellos tenía su larga fina y depilada polla fuera del pantalón. El otro se la acariciaba con suavidad para que nadie viera movimientos bruscos en su fila. Incluso se agachó y se la metió en la boca durante un segundo, lamiéndola con lascivia y haciendo que mi coño chorreara.
    
    Al reclinarse giró la cabeza y miró entre los respaldos de sus asientos con lo que pudo ver mis muslos separados y espiar un momento bajo mi falda. ...
    ... Cuando se fijó en que mis ojos seguían su maniobra con atención me guiñó uno de los suyos con picardía. Yo los separé más y subí la falda casi hasta el ras de mis nalgas para darle una mejor vista de mi coño depilado. Dejándome ver como él se tragaba el pene de su amigo casi hasta los testículos.
    
    Cuando conseguía mirar al escenario la rubia clavaba sus preciosos ojos azules en las últimas filas donde yo estaba con los duros pezones marcándose en la fina tela. Y los dos dos guapos chicos seguían con sus maniobras. Con todo el mundo pendiente de ella, de su dulce voz y de su figura sensual, mis amigos tenían libertad total para seguir con su amorosa acción.
    
    Supongo que me estaba haciendo ilusiones pensando en que la imaginación de la bella rubia estaba ocupada en juegos parecidos a los míos. O puede que en que que los bellos garzones me hicieran un hueco en una de las habitaciones del hotel reservadas para los participantes en el evento.
    
    A esas alturas mi vulva chorreaba sobre la tela de la falda, mis dedos acariciaban el clítoris dándome placer a mi misma sin esperar a que nadie lo hiciera excitándome con mi fantasía. Me estaba penetrando y mi cara debía delatar lo que sentía en ese momento aunque solo lo viera la ponente y uno de los dos chicos. 
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