1. Hazme gozar, tenerte en mi cama, sentirte dentro de mí


    Fecha: 20/09/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    Una pequeña escapada a la sierra de Madrid para relajarme y descansar del estrés del trabajo resultó una deliciosa noche de sexo con un extraño.
    
    Me gusta pasear y respirar la paz que los bosques te ofrecen, me gusta perderme los fines de semana para olvidarme de la vorágine, del estrés que acumulamos durante la semana, a veces sola y a veces acompañada, esta historia relata las horas de aquel fin de semana, el cual empezó con un encuentro agradable mientras cenaba y terminó a pesar de las circunstancias mejor de lo que esperaba.
    
    Había pasado una semana bastante estresante en el trabajo, teniendo que solucionar los problemas de última hora de la exposición en el museo donde trabajo, siempre a contrarreloj cuando parece que los problemas te buscan, ese fin de semana además daba la casualidad de que mi novio estaba de viaje y no me apetecía quedarme sola, así que decidí cansada de paseos por la playa y gente que me conocía, hacer una escapada a Madrid y perderme por una zona que realmente me enamoró cuando la conocí, un pueblo pequeño enclavado en la sierra de Madrid, un pueblo a pocos kilómetros del puerto de Navacerrada y del que coge su nombre.
    
    El viernes por la tarde a primera hora salía de Valencia en coche con una pequeña maleta, lo justo para pasar dos días y a las pocas horas de salir ya estaba respirando la paz que esta zona a menos de una hora de la gran urbe te ofrece, dejé mis maletas en aquel pequeño hotel y salí a pasear por el pueblo a pesar del frío ...
    ... invernal, me senté a cenar en uno de sus muchos restaurantes y allí fue la primera vez que le vi y la primera vez que nuestras miradas se cruzaron, la primera vez que sentí como su mirada atravesaba mi cuerpo de punta a punta haciéndome el amor, me hacía recordar una sensación que hacía tiempo que no me pasaba.
    
    Él un hombre alto de 1,80 más o menos, de unos 36 años y complexión normal, pelo corto, ojos marrones y con una perilla estilo vikingo que le quedaba realmente bien, un hombre guapo con una mirada intensa, casado ya que no pude dejar de observar cómo lucía su anillo en el dedo, vestía informal, pero muy elegante, realmente era un hombre muy atractivo, que no paró de desnudarme con su mirada toda la cena y he de decir que me gustó como lo hacía, no era de esas miradas lascivas que otros hombres estaban practicando en esos mismos momentos y que me estaban haciendo sentir incómoda, no, la verdad que no, se notaba la suavidad en ellas, me hacían sentir cómoda a pesar de todo.
    
    Nada más terminar de cenar miraba a través del ventanal como empezaba a nevar, realmente había elegido el fin de semana perfecto y cuando levanté la mirada donde él se había sentado su silla estaba vacía, según me dijeron se acababa de ir y no sé porque cayó sobre mí un velo de tristeza, fue como un embrujo, como si quisiera que pasara algo entre aquel hombre y yo a pesar de estar casado, a pesar de que yo tenía novio, empecé a imaginar que en vez de sus ojos fueran sus manos las que me desnudaran y ...
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