1. La visita de mi sobrina


    Fecha: 20/09/2021, Categorías: Incesto Autor: Intocable, Fuente: CuentoRelatos

    Bueno otra vez aquí, esta vez les voy a contar mi última aventura con una de mis sobrinas, si tengo 42 años, me conservo bien aunque ya mi cabello escasea, pero ese es otro cuento, yo vivo en mi apartamento y tengo bastantes comodidades, no me puedo quejar, mi trabajo me ha dado para vivir muy bien.
    
    Entremos en materia, había hecho una pequeña reunión en mi apartamento e invité a una par de amigos son sus señoras, la idea era compartir un poco y hablar de bobadas, eran las horas de la tarde y mi hermana llegó de improvisto, llegó sin avisar y con ella venía mi sobrina Catalina, o sea su hija, Cata, como le decimos, es una niña pequeña de estatura, tal vez mide 1 metro con 55 centímetros, tiene 18 años y tiene un cuerpo muy bien proporcionado, ella está muy linda y con su cuerpo pequeñito se le acentúan sus curvas, tiene un culito precioso y unos senitos pequeños pero se le ven preciosos, tiene una carita de yo no fui, que deja con la boca abierta a más de uno.
    
    El caso es que llegó mi hermana con su hija y se sentó a conversar y a departir con nosotros, como ni novia no estaba entonces se dedicó a atender la reunión y pasar pasabocas y servir los tragos, como ya sabrán mi trago favorito es el tequila, así que yo era el único tomando tequila y los demás bebían cerveza o Whisky. Mi sobrina mientras tanto se había sentado frente a mí, no me había fijado bien en ella pero al pasar los minutos me di cuenta que venía vestida de manera espectacular, traía una camisa blanca, ...
    ... mejor una camisita blanca, porque para ella todo es diminuto, como su camisa era blanca se podía ver un poco a través de la tela y se notaban sus senos pequeños y sus pezones se destacaban por su color café, también tenía puesto un jean como o usan ahora las niñas, descaderado y dejan ver todo su ombligo y sus caderas preciosas, ahora algunas niñas también dejan ver un poco sus pantaletas o por lo menos el inicio de ellas, Catalina no era la excepción, su cara de niña buena solo hacía pensar que era una tesorito divino, apenas reparé en ella tuve la sensación de querer comérmela toda, ella me miró y se levantó de su asiento y me dijo, "tío quieres que te ayude en algo", yo solo le dije que no había necesidad que todo estaba servido y que no hiciera nada, cuando dio la vuelta para dirigirse a la cocina me quedé mirándola y pude ver su culito, tiene una cola paradita y unas caderas anchas para su cuerpo, se veía fenomenal, mis pensamiento no fueron nada buenos para con ella, pero pronto me olvidé de ella y seguí conversando con mis amigos.
    
    Al pasar los tragos el ambiente se fue calentando y dejamos de estar sentados y ya nos paramos por toda la sala y conversábamos animadamente, chistes van y chistes vienen, los tragos se acababan y cada uno se iba sirviendo por su propia cuenta, en un momento dado entré a la cocina para partir algunos limones para mis tequilas, sin darme cuenta entré a la cocina y sin darme cuenta mi sobrina estaba un poco inclinada tratando de servir no sé ...
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