1. Mi iniciación


    Fecha: 16/09/2021, Categorías: Confesiones Autor: LORENA1993, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Lorena, mido un metro y setenta centímetros y peso cincuenta y cinco kg, mis medidas son 84-61-89, en consecuencia se puede decir que soy una chica esbelta, aunque debo de reconocer que estoy un poco escasa de pecho, cuando voy a comprarme un sujetador me tengo que conformar con una talla 85B, pero en fin esto se compensa cuando voy a comprarme una falda o un pantalón, que con una 36 tengo suficiente, incluso a veces una 34. Siguiendo con mi descripción diré que mi pelo es negro azabache, liso y normalmente me dejo una melena que sobrepasa ligeramente mis hombros, mis ojos son de un color marrón claro. Hace ocho años tenía dieciocho años, recién cumplidos a finales de agosto.
    
    Acababa de terminar el bachillerato en la rama de Ciencias con notas brillantes y de la misma forma había superado la selectividad, en consecuencia, podía elegir los estudios universitarios que yo quisiera sin ningún tipo de problema. Había decidido hacer la carrera de Ciencias Exactas, había tenido dudas entre realizar los estudios en la facultad de mi ciudad o en otra diferente, que se encontraba a cuatrocientos km, finalmente me decidí por esta última opción, deseaba conocer gente nueva tener otras experiencias, vivir otro ambiente y porque no decirlo alejarme un poco del control de mis padres. Viviría en un piso, que compartiría junto a otras dos compañeras.
    
    En cuanto a mis aficiones son la música clásica, estuve estudiando piano hasta comenzar el bachillerato, en ese momento tuve ...
    ... que dejarlo, pues temía que me quitara tiempo para mis estudios. Me gusta la fotografía, la playa, la lectura, hacer senderismo y desde luego el sexo, en especial con desconocidos, así se evita que lo vayan contando a personas conocidas.
    
    A través de internet contacté con dos compañeras de estudio con las que compartiría piso, Ana y Gloria, elegí esta opción por dos motivos, en primer lugar, salía más económico que una residencia de estudiantes y en segundo lugar disfrutaría de mayor libertad de movimientos.
    
    Finalmente llegó el día de trasladarme a mi nueva residencia, el viaje lo realizaría en tren, es un medio de transporte que me gusta, en los viajes largos en autobús siempre me ha estresado, el hecho de tener que estar sentada en tu asiento sin poder moverme, y en cuanto al avión, que en teoría es más rápido, entre traslado al aeropuerto, antelación con la que te tienes que presentar y control de equipajes al final no es tanto el tiempo que se economiza en un viaje de cuatrocientos km, además en el control de equipajes siempre he tenido el temor de que, en el trasiego de la maleta a las cajas y de estas a la maleta se me olvide algo.
    
    Después de haber dejado preparada la maleta la noche anterior, me levante a las siete y media, me duché, desayuné y me puse la ropa que había elegido la noche anterior para el viaje, una minifalda amarilla, lisa y ajustada, que se cerraba con un botón y una cremallera en la parte trasera y una blusa blanca abotonada delante ligeramente ...
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