1. Ana, la peluquera (II parte)


    Fecha: 15/09/2021, Categorías: Confesiones Autor: aleperez, Fuente: CuentoRelatos

    Luego de ese día, donde gocé de la cucota de Ana, esperé 2 semanas para pedirle por mensaje de texto que viniera nuevamente a afeitarme, (esto era una excusa, quería saber cómo estaba, quería verla de nuevo y cogerla pero por su culo). Cuando nervioso le escribí el mensaje me respondió que llegaría a la hora acostumbrada, o sea a las 15 h, desde ese día viernes hasta el domingo a las 15 h, fue toda una tortura.
    
    Cuando por fin Ana llegó, eran las 15:10 aproximadamente, lucía exquisita, bella, su cara parecía igual como la última vez, con esa cara de tristeza en sus ojitos, no sabía que decir, que hacer, mi corazón latía a mil por hora, torpemente coloco la silla para afeitarme, cuando estaba sentado con la manta me levanté disparado como un resorte a ofrecerle una taza de café con un pedazo de torta, ella tomaba su bebida y degustaba el postre mientras me miraba como esperando a que dijera algo, por mi parte en silencio la contemplaba, cuando nos capturamos in fragante nos reímos, pero no dije nada de lo ocurrido 2 semanas atrás… no lo hice...
    
    Procedió a cortarme el cabello y a torturarme con su cucota sobre mis hombros, cuando terminó no le escondí mi erección, me pidió la computadora prestada hizo sus consultas y ahí si me ubiqué detrás de ella, le comencé masajeando sus hombros, los cuales estaban algo tensos, Ana cerró sus ojitos, como dejándose llevar, como queriendo disfrutar sin ser criticada, juzgada, quería ser libre de recibir todo el placer que le estaba ...
    ... brindando en ese corto espacio, tiempo que para mí resultaba muy pero muy corto, me acerqué a su espalda y suavemente le recosté mi pene erecto, mientras masajeaba sus hombros y espalda ella suspiraba con sus ojitos cerrados, exclamando lo rico del masaje: "que rico ale, sigue así..."
    
    Le di vuelta a Ana con la silla cuando quedó delante de mí doblé mis piernas para subirle la franela que llevaba puesta, desabroché su brasiere blanco liberando sus senos, seguidamente sin perder tiempo me dediqué a besarlos lamerlos y succionarlos haciendo que Ana relajara sus músculos, especialmente sus piernas, fui subiendo despacio a sus labios y besándonos hice señas para levantarnos y guiarla hasta la habitación, le pegué mi pecho a su espalda, metiendo mis manos y dedos en su vagina, la cual esta vez estaba muy depilada y ya empezaba a asomar sus primeros líquidos, le lleve mi dedo medio empapado de sus jugos a sus labios saboreando ella su sabor de hembra, luego la coloqué frente a mí y saboreé el mismo dedo que había sacado de su boca para compartir su saliva y dándole a entender que sus jugos eran lo más exquisito de este mundo, ya para ese momento habíamos llegado a la cama, la posicioné delicadamente para quitarle sus zapatos, pantalón y pantaleta, me desvestí rápidamente, ubicándome para un 69, le empecé a besar su vagina olorosa, chupé sus labios, Ana por su parte, besaba torpemente mi pene, me concentré en su clítoris pequeño pero un poco grueso, logrando que se contorsionase ...
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