1. La venganza de las monjas


    Fecha: 15/09/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... correrme, pero lo disimuló haciéndose la víctima.
    
    -Que va a ser lo que el diablo quiera.
    
    Hizo lo que le había dicho. Romualdo le lamió la espina dorsal desde el cuello hasta el coxis, luego bajó, le levantó su gordo trasero y le lamió el ojete, a esa lamida siguieron media docena más antes de meter y sacar la lengua del ojete. La monja le dijo:
    
    -Podría correrme así.
    
    -Vas a correrte así.
    
    Romualdo la agarró por la cintura y su lengua comenzó con el maratón de lamidas y de folladas de culo. Los gemidos de sor Marta se hicieron escandalosos. Sor Dolores, aprovechando que no la veían, metió dos dedos dentro del coño y comenzó a masturbase. Sor Marta poco después se corría cómo una burra, diciendo:
    
    -¡Me muero sin confesar!
    
    Romualdo lamió su coño, tragó sus jugos y después, le frotó la cabeza de la polla en el coño.
    
    -¿Qué vas a hacer, condenado?
    
    -Bautizarte con leche.
    
    Le metió la polla en el coño y la folló hasta que se volvió a correr, la monja lo hizo diciendo:
    
    -¡Ni se te ocurra bautizarme ahora!
    
    Estaba aún corriéndose sor Marta cuando le metió la cabeza de la polla en el culo.
    
    -Ahora sí, Bautízame el culo con leche, cabrón.
    
    Le bautizó el culo bien bautizado.
    
    Detrás de ellos, sor Dolores, con una mano tapando la boca y con la otra en el coño, temblaba con el placer que le producía el brutal orgasmo que estaba teniendo.
    
    Romualdo al acabar de correrse les quitó las esposas. Sor Dolores mientras le las quitaba le echó la mano a ...
    ... la polla morcillona y le dijo:
    
    -Ahora me toca a mí.
    
    Sor Marta se volvió a persignar y le dijo a sor Dolores:
    
    -¿No irá a...?
    
    -Sí, hermana, lo voy a ponerlo fino.
    
    Se volvió a persignar.
    
    -¡Jesús, Jesús, Jesús! Una cosa es que nos violara él, hermana, y otra muy distinta es que lo violemos nosotras.
    
    -Hablaba por mí, además yo no voy a violar a nadie, lo haré si él se presta a que lo monte.
    
    Romualdo se prestó. Acabó con sobre la cama, con los brazos a su espalda, con las esposas que le había puesto a sor Dolores en sus muñecas y con la polla mirando al techo. Craso error había cometido. Sor Dolores no le perdonaba lo que les había hecho. Al tenerlo boca abajo sobre la cama, metió un dedo en la mantequilla y sin roces ni hostias se lo clavó en el culo. Romualdo exclamó:
    
    -¡Puuutaaa!
    
    -¿Cómo se siente al ser violado por el culo?
    
    -Puta vengativa.
    
    Sor Marta, que era pelirroja, con los ojos claros y gordita se compadeció de él.
    
    -Déjelo, hermana. Dios le hará pagar por lo que nos ha hecho.
    
    Sor Dolores no estaba por la labor.
    
    -¡Y una mierda! Se las voy a hacer pagar yo. Conocí a muchos descapulla monos cómo él en el lugar de donde vengo, y esto cabrones solo entienden un lenguaje.
    
    -No hable así, hermana, no hable así.
    
    Romualdo estaba cabreado y volvió a meter la pata al decir:
    
    -Habla cómo lo que es, una puta, las dos sois unas putas.
    
    Sor Marta cogió una de sus sandalias y le dio sin fuerza.
    
    -No vuelva a llamarnos lo que no ...