Con el mendigo - Relatos Eróticos

Con el mendigo

Hola, mi nombre es Rubiela, tengo 24 años, no soy muy alta, aunque mi cuerpo es completamente atractivo, ya que tengo unos enormes senos y mi cola y mis piernas son bastante pronunciadas.

Todo comenzó cuando en mi casa mis padres le daban a Luis, así se llama el, tiene 47 años, cartones, botellas que quedaban, para que el las reciclara, era tanta la confianza que le tenían que lo dejaban ingresar al patio de la casa para que se llevará lo que le sirviera.

Cierto día mi papá lo molestaba en juego de que cuando había sido la última vez que había estado con una mujer y dijo que tenía muchos años que no estaba con una mujer, que le hacía falta estar con una, yo escuche todo desde el baño, ya que hay una ventana pequeña donde se ve el patio, en ese momento sentí lástima de el, ya que el es muy educado conmigo, en mi mente se me dio la idea de darle de probar una mujer, y quien más que yo para que lo hiciera.

Así que por varios días la idea cogía más fuerza, el entraba a la casa los lunes y los viernes, pero pasaba todos los días por el frente, así que calcule a que horas podía pasar, cuando lo veo desde lejos, salí a barrer el frente de la casa para que le me viera, tenía aún la pijama que es una blusa de tiras y un short corto.

El me saludó y yo le respondí el saludo, y veo que no deja de mirarme los pechos, ya que resaltaba mucho, le doy la espalda para seguir barriendo y me giro al momento y note que me estaba viendo el trasero, lo veía encantado mirándome, le ...

... pregunté, caramaba Luis que tanto mira, y me dice disculpe señorita es que no pude resistir mirarla y ver sus hermosos atributos , se disculpó conmigo y se fue.

Pero a mi eso me dio más ganas de hacerlo con el, eso me confirmaba que tenía tiempo sin estar con una mujer, llegó un día en que mis padres no estaban y quede sola en casa, siento que tocar la puerta y veo por la ventana que es Luis, quería entrar para recoger en el patio lo reciclado, grite ya voy, me quite la ropa, y me fui en toalla, con la intención de dejarla caer como hacen muchas, me puse la toalla, abrí la puerta y lo primero que veo es que su mirada se clava en mis pechos, le dije adentalte Luis, puede entrar mis padres no están, debo confesar que mi calentura empezaba a crecer aún más, el se dirigió al patio y yo fui detrás de el, estábamos hablando en el patio y notaba que me miraba mucho, casi ni disimulaba al verme, en esas me agacho para recoger una botella y deje que la toalla se cayera, quedó mi cuerpo desnudo a la vista de el, sus ojos se abrieron de una manera, y le pregunté, que le pasa Luis, Nunca había visto a una mujer desnuda , y me dice, hace muchos años no veía una mujer desnuda, y mucho menos tan joven y con un cuerpo tan lindo, me le acerque y le dije, si quiere toquelos, se quedó mudo e inmóvil sin saber que hacer o que decir, agarre su mano y la puse en mi seno, el lo apretó y me dice, que suaves y grandes que son, entramos a la casa y ahí le dije que había escuchado lo que había hablado ...