1. Mi mejor amigo, mi mejor amante 2


    Fecha: 19/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Una vez más, estábamos platicando entre los tres, cantando y diciendo tontería y media y ya tomados, pero no tanto. Era Aproximadamente la media noche, mi amigo que venía de visita, se levanto por una cerveza (no diré su nombre, no tiene caso ya que no viene que ver aquí). En ese momento Héctor venia de la cocina con una cerveza y su mezcal de la otra ocasión, me dio un vaso de mezcal acercándose a mi oído y me dijo en voz baja: vamos a terminar lo de la otra vez? Sonreí deseoso, aquella vez por su malacopa, lo había echado a perder, pero teníamos que recuperar ese tiempo perdido. No tenía idea de cómo nos íbamos a deshacer de mí otro amigo, pero Héctor aprovechó que se había acabado la,cerveza y lo soluciono con un simple: nos vamos a dormir que estoy cansado, tú Fulanito, te duermes aquí en el sillón (el mismo donde había sentido su pene durísimo dentro de mí por primera vez). A mí me empujó a su cuarto y me dijo que yo dormiría con el. Ni pensé si nos habíamos visto sospechosos, si había sido muy obvio. Nada, estaba ansioso por tener nuevamente ese pene en mi otra vez. Entramos al cuarto, cerró la puerta, nos acercamos a la cama y puse mis brazos sobre su cuello, como si lo fuera besar (No soy gay, no me gustan los hombres, solo me encanta el pene de el), pero en lugar de eso, le susurré quizá no en voz baja: Hoy soy tu puta, hazme lo que quieras. Me tomó de la cintura y me ordenó que se la mamara. Me hinque y me empece a desnudar hincado mientras saboreaba su glande de ...
    ... champiñón. Lo masturbe, se la mamaba mientras recorría el cuerpo duro de su pene con mis labios rodeándolo. Le baje completamente el pantalón y empece a lamer sus testiculos rasurados. Su pene es tan adictivo, me transforma de una manera inimaginable. Él seguía parado dejando que yo le diera placer, me puse de pie, le di la espalda pero solo para ofrecerle mis nalgas y poner su dura verga entre mis nalgas,y mientras hacía esto, volteaba mi cabeza hacia él como buscando su boca pero creo que lo dije en voz muy alta: ya quiero que me la metas! Ya quiero que me hagas tuya! Soy tu putita, ya penetrame! Me dijo: baja la voz! A lo que respondí: no me importa! Metérmela! Me empujó a la cama y me recargo en el colchón, obviamente, nunca deje de ofrecerle las nalgas, eran de el totalmente. Ya en esa posición voltee a verlo esperando su arremetida y vi que se untaba crema en su falo cabezon, me excite tanto viendo eso que pare aún más mis nalgas deseosas de atrapar su verga. Me tomó de la cintura, acomodo su pene en mi hoyuelo y lme penetro durísimo, en esta ocasión me dolió mucho, grite pero de inmediato me tapo la boca y aunque quise quitarme de el, me agarro con un brazo de la cintura y no me dejó quitar, empezando a bombearme mientras yo seguía con la boca tapada por su otra mano. El dolor pasó rápidamente dando lugar a la delicia de su mete y saca. Les juro que siento que mi culo se humedece con su pene mientras me tiene ensartado, poco a poco me soltó la boca y de la cintura y me ...
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