1. Por enfrente y por atrás


    Fecha: 13/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    En aquel entonces tenía 23 años, mido 1. 76 y siempre he sido de complexión delgada, no tengo un trasero grande pero me han dicho que tengo un culito muy rico, soy moreno y tengo labios carnosos. Era un sábado por la noche, como en aquel entonces estaba terminando mi carrera no tenía dinero para salir y realmente estaba muy aburrido, decidí a salir de casa y caminar por las calles donde vivo, el hecho de encontrarme a algún borracho o algún morboso me exitaba demasiado, me puse unos jeans que me quedaban ajustados con el fin de no poner en duda que era gay. Ya pasaba de media noche y caminaba por una calle solitaria, los automóviles pasaban y me ponía cada vez más nervioso. De pronto un automóvil frena yo no sabía qué hacer, claro que me imaginaba que algo malo podía pasarme, me decidí a voltear para ver qué era lo que sucedía, ví como bajaba el vidrio de su automóvil y me hacía señas, por fin mi objetivo se había cumplido, me acerqué y pude observar que aquel hombre no estaba de mal ver, tenía barba, buena complexión, y sobre todo olía a loción (eso me exitó). -Él: ¿Qué haciendo tan solito? -yo: Nada, sólo voy a casa -Él: Súbete si quieres te llevo. No perdí tiempo y me subí, para ese momento mi perversión era más grande que mi precaución, al subirme pude percatarme de que se le veía un buen bulto, él comenzó a frotarse, no recuerdo las cosas que me decía porque yo sólo estaba concentrado en su bulto tan rico que se veía, me acerqué suficiente y pude bajarle el pantalón ...
    ... mientras el manejaba sin rumbo, dejé su boxer y tome su verga por el orificio de la pierna, aún no estaba 100 % erecto así que con mi boca mamaba como becerro hambriento, sentía como sus pene crecía dentro de mi boca y escuchaba como gemia a cada mamada que yo le daba, olía delicioso, jamás percate un olor a verga si no todo lo contrario, la loción estaba presente por todos lados. De pronto me dice que si quiero ir a algún lado, en ese momento mi culito ya palpitaba por senir una verga, quería ser penetrado y darme unos sentones ricos en un pedazo de carne masculina, quería ser poseído y no dejar cabida a arrepentimientos o mojigaterias. Él hizo una llamada telefónica y le decía a la otra persona que si tenía tiempo, que le iba a llevar una sorpresa, que se alistará. Llegamos a una casa de lo más normal, subimos a la habitación y estaba esperándonos un hombre maduro con una tanga roja (a mí eso de las tangas no me gusta mucho), el hombre del automóvil comenzó a besarme por detrás y a empujarme a la cama para invitar al otro tipo a unirse a nuestro faje, los dos me estuvieron tocando, estaba obscuro así que no lograba distinguir las manos que tocaban cada parte de mi cuerpo, una mano poseía mis glúteos, otra intentaba entrar por mí ano estrecho, sólo sentía como la saliva lubricaba mi anito y poco a poco esas manos iban venciendo mi orificio, alguno de los dos chupaba mi verga y me decía lo rica que estaba, sentía un pequeño tirón de cabellos para hacerle oral a señor del ...
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