HOMBRE SERIO, PERRA SOMETIDA - Relatos Eróticos

HOMBRE SERIO, PERRA SOMETIDA

... lo cogí, de la nuca con mi mano, diciendole seguro - Ya te diré yo cuando nos vamos. Sentí en mi mano que se dejaba llevar, abrir la puerta de atras de mi coche lo metí alli me senté, tranquilamente, lo tumbé a mi antojo, su culo sobre mis piernas le bajé los pantalones los slip, él decia que lo dejara pero sin convicción, lo azoté de nuevo solo eso, solo mis frases azotandolo. - voy a hacer de ti toda una puta - Vas a ser mi perra - te voy a educar mi vas a obedecer ciegamente vamos a pasear juntos y nadie imaginara que en realidad eres mi perra Él nada mas que se quejaba de mis fuertes azotes pero sin quitarse, hasta que lo dejé le dije que saliera que se subiera los pantalones, me obedeció, ahora si le dije que me siguiera, en su coche, fuimos a mi casa, mmmmmm estaba sometido solo habia qu verlo cuando salio de su coche y me siguio a mi apartamento, callado sumiso, lo deje desnudo en casa, le di unas irragaciones limpiandolo interiormente, para darle mas morbo le hice limpiar mi cocina (ahi empezó él que haya terminado de chacha le encantó), le sobé el culo tras terminar todo aquello y de nuevo estaba tan caliente tras haberme obedecido que se corrió con mis dedos, pero, esta vez ya no buscaba eso, puse mi colchoneta en el salón tras todo aquello, me lo a follar, bien tranquilo, lo dilaté con mis dedos lentamente, cuando ...

... ya lo tenia a punto su ano, a la vez ya lo tenia, a mil, me lo perné poco a poco, sin prisas, que disfrutara cada centimetro de mi verga como yo disfrutaba ese culazo que me tenia loco desde que lo vi, lo "desvirgué", bien, como jadeaba la perra, al tenerla abotonada a mi, por primera vez, que pedazo de orgasmo tuvo la perra, mordia la colchoneta, de gusto, pegada a mi como una perra, la tuve que tirar de lado cuando se corrio, levanté s ierna yo sentado en la colchoneta le metí mi verga seguí follandolo, al poco lo tenia ante mi sorpresa otra vez, deseando mi verga y jadeando, cuando lo vi bien animado me quité me tumbé yo y la puse a trabajar en mi verga, como trabaja la cabrona, movia ese culazo entre gritos y jadeos como una perra, encelada, se corrío si pero me hizo correrme que me hizo gritar, de gusto, como pocas veces lo habia hecho. La obligué a seguir alli en mi casa, salimos y le compré ropa interior, él decia no querer asi, pero lo obligue a vestir sujetador bragas y medias, cuando lo calenté, me lo follé asi, vestida, como gritaba la perra a la vez que le decia que a partir de ahora iba a ir vestida de mujer en mi casa, de nuevo, se corrió como una perra por su ano, de nuevo me hizo gritar con sus movimientos, de perra encelada, a partir de ese dia pues ya he contado como la tengo en casa al principio del relato.