EL CUMPLEAÑOS - Relatos Eróticos

EL CUMPLEAÑOS

Me desperté como un día normal pero no lo era. Ese día cumplía años. No sé si me alegraba o no. De lo que si estaba seguro era que ese día no tenía que ir a trabajar y era para mi solito. Ni trabajo, ni amigos, ni familia, ni pareja....... Ya llevaba unos años haciendo eso, ese día era para mi y solo para mí. No me costó mucho desperezarse, estaba solo en casa. Mi novia se solía ir a casa de sus padres o de alguna amiga y así ya desde por la mañana me encontraba solo. El teléfono desde la noche anterior apagado y en el cajón y el ordenador ni tocar. RELAX TOTAL.Hacia un día soleado. Valore las opciones que tenía y decidí ir a desayunar a algún sitio e ir a la piscina y la sauna. Yendo a primera hora suele haber algún jubilado nadando pero la sauna suele ser para mi solo. Todo un lujo. Pues desayuné algo ligero en el bar de la piscina y sin perder tiempo me metí a la piscina antes de que llegasen jubilados. Para cuando quise meterme al agua ya habían ocupado todas las calles menos una. Que mal presagio....... Efectivamente cuando me faltaban todavía veinte largos para terminar mi sesión, ahí entra un jubilado a joder la pava. Yo seguí como si nada, pero cuál fue mi sorpresa cuando nos cruzamos. De jubilado nada, era una mujer y en ese primer cruce la impresión fue de una mujer de un buen tipo. Baje un poco el ritmo para que cuando volviéramos a cruzarnos pudiera verla mejor. Joder mejor, fui capaz de poder distinguir a una mujer de treinta y algo con unas tetas de tamaño ...

... considerable por el movimiento que tenían bajo el agua. Estaba tan agusto con lo que veía cada vez que nos cruzábamos que me metí diez largos más que lo que tenía previsto. Pero no podía más, estaba asfixiado, me tuve que salir a mi pesar e ir hacia la sauna. Que pena posiblemente no volvería a coincidir con ella nunca más. Que se le va hacer. Entre en la zona de termas y me dirijo a la sauna seca con mi toalla. Como esperaba estaba yo solo. Ahora sí, este era mi momento. Entre en la sauna, es una sauna pequeña como para cuatro personas y como es mixta a otras horas del día hay que hacer cola para entrar. Aproveche que estaba solo y me tumbé ocupando los dos asientos superiores. Cuando estaba más relajado escuché que alguien abría la puerta. Me puso de una hostia....... Ya estaban otra vez los jubiletas. La puerta de la sauna es de cristal pero al estar ahumada no se distingue bien el exterior y viceversa. Pues una vez más me equivoqué era la chica de la piscina. Di un bote y me incorpore para dejarla sitio. Ella declinó la invitación y se sentó en los asientos inferiores. No sé si lo hizo consciente o no, pero las vistas que me ofrecía desde la parte superior eran inmejorables. Podía ver todo el escote, el nacimiento de esos pechos tan hermosos. Tenia un bañador ya dado un poco de si, lo suficiente para dejar entre ver que en otros tiempos esos pechos estaban más erguidos, algo que a mi me gustaba mucho más. Esos pechos grandes que con la gravedad cuelgan lo justo para ...