1. Como me gusto la lenceria de mi mujer


    Fecha: 27/04/2018, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... escotes, cuando las toco se ponen durísimas deseosas de sexo, por lo que los tiene siempre a la vista y de forma sugerente incita a mirárselos, al ser delgada, por su trabajo y el cuidado que le da a su cuerpo en el gimnasio, tiene una cintura torneadita, de caderas amplias y sugerentes, que cuando camina se mueven que da infarto, diría, que parece una hembra arrecha y lo es, un culito que levantado y redondito, sus piernas contorneadas rematan en una zorrita depilada, rosadita, con unos labios vaginales carnosos y un clítoris que cuando le hago sexo oral, le paso la lengua y se eriza toda, gime, se le levanta y para su clítoris que es una reacción normal pero que a mí me encanta, como se enerva, como se retuerce hasta que se viene dos, tres veces seguidas y me moja la boca, inunda mis labios y la cara, que satisfacción, que delicia sentirla así, con todo sus jugos solo, para mí y luego que ricura de culo, paradito, con una nalgas que adornan su hoyito con un colorcito marroncito, no sé, parece rosadito, que pide verga al tocarlo y contraerlo al sentirse deseada, muchas veces me lo negó, luego sus piernas largas y delgadas, que la pone más expuesta a las miradas y ella que ni se hace problemas, ya que el tener el cuerpo que tiene, usa normalmente vestidos y faldas cortas, cortísimas diría yo, que resaltan sus bien contorneadas piernas, por lo que le gusta lucir siempre su anatomía, su manera de caminar, desenfadada, la hace apetecible a cualquier hombre que la mire y por los ...
    ... cuales he pasado momentos en que me sentía afortunado de tenerla a mi lado, porque los hombres siempre voltean a mirarla y yo me sentía bien, no sé si inconscientemente, pero me agradaba que la miraran y otros más atrevidos , se la comían con los ojos y creo que hasta me sentía celoso de que sea ella el centro de atención de las miradas. El tiempo paso sin darme cuenta y casi eran la 4 de la madrugada cuando llego a casa, la note un poco mareada, mas desenfadada que de costumbre, con su sacón en la mano y la blusa mas desabotonada que de costumbre, casi con los senos afuera porque no tenía el sostén puesto la muy bandida y de frente me dijo, bueno es hora de que hablemos, que va a pasar con nosotros, entonces fue que aproveche para hacerle recordar lo que siempre hicimos, la pareja liberal que éramos, que nos contábamos todo, de lo deseable que era en la oficina, que ella sabía que era devorada por los hombres en la oficina, de los empleados que la fastidiaban por ser como eres, algunos más atrevidos se le insinuaban groseramente y a ella le gustaba, nos reíamos de estas aventuras, como decíamos, pero si eres linda, sugerente, desenfada, que perturbas los sentimientos ocultos de los hombres seguramente, que eras la hembra imaginaria a quien se tiraban en sus pensamientos, que no nos contábamos , lo que las secretarias me pedían píldoras anticonceptivas para darse una escapada decían, pero también le hice saber que mi falta de interés por ella no se debía a otra mujer ni nada ...
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