1. Tibias hojas de eucalipto. Parte 3.


    Fecha: 21/04/2018, Categorías: Gays Anal Sexo en Grupo Autor: Faunux, Fuente: xHamster

    Con una feminidad encantadora el pequeño se despojó de la zunga que traía, su impecable y lustrosa piel brillaba bajo la tenue luz, su cuerpo carente de vellosidad estaba húmedo y las gotas recorrían su formado pechito y sus duros pezones invitaban a ser mordidos al igual que su polla, hermosa, dura, perfecta proporcionalmente adecuada para este pequeño…-Date la vuelta, dijo el gran oso…Sus glúteos firmes, redondos y mojados eran hermosos, con pasión los apretaba y abría elevándolos para ofrecer un agujerito que era una joya, que se dilataba y contraía invitándonos a entrar en él, parecía hablarnos, sus testículos asomaban por la parte baja, algo que me deleita, ver un ano y una polla a la vez me calienta mucho más…El gran oso me tomo de la verga masturbándome suavemente para comprobar lo dura y dispuesta que estaba, me acerco a ese culito hermoso que estaba esperando ser explorado.Hizo que mi glande tocara el esfínter del pequeño, este se estremeció de placer, estaba ansioso de ser penetrado, con la mano en mi polla como si se tratase de un mortero empezó a hacer pequeños círculos alrededor del anillo de la entrada, mi glande iba expandiendo el ano de mi pequeño duende erotico, hasta que logro deslizarse en su interior, solo la cabeza de mi polla hinchada al máximo de excitación…- No lo penetres todavía, dijo el Gran oso que levanto su humanidad para colocarse en frente de mi, introduciendo su enorme verga en la boca del pigmeo…- Mírame a los ojos mientras te lo coges, yo ...
    ... haré lo mismo desde este lado, me dijo.Empecé a deslizarme en su interior suavemente, quería que sintiera toda la envergadura, fui entrando lentamente hasta que mis bolas chocaron con el perineo y empecé mi ritmo, quería poseerlo, quería darle todo, fui aumentando la velocidad en medida de mi calentura, cada vez más furioso, hacia adelante y atrás repetidamente mientras hundía mis uñas en las robusta carne de las nalgas del muchacho, trataba de expandir más su ano, al ser pequeño era estrecho y me daba la sensación de presión interior que me volvía loco, con el gran oso no dejábamos de mirarnos, por momentos sincronizábamos nuestros movimientos y el pellizcaba mis pezones para excitarme más, yo hacía lo mío jalándole el vello de sus abultados pectorales…Sentí el salpicar cálido del semen del pigmeo, se estaba corriendo, estaba teniendo un orgasmo grandioso que hacía que apretase la cola y de la sensación de succionar desde el ano, eso me acerco al climax, quería venirme adentro, ahorgarlo desde el interior con mis fluidos, estaba a punto de correrme…De forma violenta el gran oso se apartó al enano y me empujo sobre el sofá abalanzándose sobre mi polla a punto de explotar, la engullo y succiono como si su vida dependiese de ello, yo la tenía tan hinchada que apenas le cabía en la boca pero estaba iniciando mi orgasmo, cogí su cabeza y la apreté hacia mi, expulsando con furia todo mi líquido vital, veía llenársele la boca, escurrir por la comisura de los labios y succionar más y ...
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