1. Emputecimiento esposa


    Fecha: 18/04/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Desde siempre hemos estado jugando a perversiones mutuas respecto al sexo.Una de ellas es la clásica de contemplar a la esposa refocilando con otro.
    
    Ahora con la madurez, somos sesentones , la pericia del jardinero y las ganas de mi esposa han culminado en sesiones regulares de sexo.
    
    Todo ocurrió después de una tarde larga de trabajo.
    
    Le invitamos a tomar un refrigerio y a darse una ducha en la parte del jardín.
    
    Allí fue él y se duchó como todos , desnudo.Pero apareció ella y no pudo reprimir su boca y exhaló un " ahí va " que porra.
    
    El mozo que ya tiene sus 48 , no se cortó un pelo y siguió con la exhibición.
    
    Nos sentamos a comer y ella le acariciaba los brazos .
    
    Yo miraba porque soy así y dicha situación me ponía.
    
    Una y otra vez se dedicaron mutuas sonrisas y piropos.
    
    Pasaron de ser zalameros a buscar la cercanía de sus cuerpos y yo notaba que aquello se encendía .
    
    Cuando ella se enciende , no desvía su mirada del objeto deseado y yo estaba allí pero como no estuviera.
    
    Se puso de pie y le acarició por detrás , tomo su mano y la introdujo en su braga.
    
    El jardinero viendo que allí no ocurría nada anómalo que al menos pareciera, agarró aquella hambruna y empezó a devorar aquellas ansias de placer.
    
    Se frotaron de lo lindo , se besaron y los dos acabaron desnudos.
    
    Impávido como estaba presencié todo sin intervenir y culminaron la faena como debe ser .La cabalgada fue tremenda y ella gritó como nunca.
    
    Mi miembro estalló por el espectáculo y nunca creí que aquello me hiciera tan feliz.
    
    Hoy es el día que las sesiones de jardinería se transforman en bacanales y ella está agradecida por que ha roto con la monotonía de sexo entre ambos y ahora comparte cariño y amistad con un amante silencioso que no teme quebranto en su matrimonio porque las bocas permanecen calladas.
    
    Ahora ella está contando los días hasta la nueva sesión.
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