1. ÁNGELES O DEMONIOS: VALENTINA IV


    Fecha: 18/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: rxxa4, Fuente: SexoSinTabues

    El recreo de la primaria había iniciado hacía cinco minutos. Todos los niños y niñas se encontraban desayunando, platicando, jugando, gritando y más, todos menos Valentina, quien se había quitado sus pantaletitas y levantado su falda para disfrutar cabalgando la verga de un joven maestro. - ¡Uuufff! – bufaba el hombre. - ¡Mmm, mmm! – gemía Valentina lo más bajo que podía, haciendo un gran esfuerzo. - Estas bien apretadita mi niña. ¡Aaah! – decía aquel maestro mientras metía su verga a buen ritmo en la puchita de la pequeña. El trozo de carne entraba y salía de aquella vaginita, siendo muy bien recibido. La vagina de la niña segregaba gran cantidad de fluidos, lubricando bien la verga invasora, haciendo la penetración más sencilla y profunda. - ¡Aaah siiiii! – gimió Vale sin poder contenerse más. - ¡Sí mi niña, gózalo! – dijo el maestro ya sin preocuparse. - ¡AAAAAHH! – gritó Valentina anunciando su orgasmo. - ¡GGAAAGHH! – Sebastián no aguantó más debido a las contracciones de la vagina de la pequeña. La vagina de la niña era llenada de lechita caliente. Chorro, tras chorro, tras chorro era disparado por aquella dura y caliente verga, desinflando un poco los huevos del hombre. - Uuff. Que rico lo hiciste preciosa. Cada vez lo haces mejor. – Sebastián halagaba a su mujercita. - Gracias, teacher. Siempre me esfuerzo para hacerlo mejor. – contestó la pequeña. - Así me gusta muñeca. Todo lo haces para hacerme el hombre más feliz. - Y usted me hace la niña más feliz. – sonrió la ...
    ... niña. Sebastián en ese momento se acercó y le dio un piquito en sus labios, en señal de agradecimiento, siendo aceptado por ella de muy buena manera. - Por cierto… - dijo la niña. - Dime preciosa. - Es que quería pedirle un favor. - ¿Cuál favor hermosa? – preguntó curioso. - Es que, el otro día platiqué con Amairany y me contó que había visto a una de sus primas cogiendo por la cola con un muchacho y que le gustaría saber que se siente. Yo le platiqué que yo ya sabía hacerlo y le dije que hablaría con quien me había enseñado para ver si quería hacerle lo mismo. – argumentó Vale. - Ya veo. Quieres que se lo haga porque es una de tus mejores amigas, ¿verdad? – dijo el maestro con una sonrisa. - Sí. ¿Lo haría? – preguntó la niña, esperando que su maestro aceptara la petición. - Claro que sí preciosa. Lo haré porque es tu amiguita. Pero sabes ya me pusiste de nuevo dura la verga con tu comentario, y como todavía la tienes adentro prepárate. Sebastián inició una nueva cogida, pero con mucha más velocidad que la anterior, pues le quedaban menos de diez minutos antes de que terminara el recreo y entrará el siguiente grupo. - ¡Aaah, aaah, aaah! – gemía nuevamente la niña al sentir cómo una vez más la verga de su maestro entraba y salía de su rayita. - ¡Ufff! ¡Oooooh, siiiii! – gozaba como poseso el hombre. Los sexos de ambos se conocían muy bien. Eran casi inseparables, pues si por ellos fuera permanecerían unidos, disfrutando de coger por siempre. - ¡Teeacher! ¡Aaaah! – decía la niña ...
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