1. Entre-acto. Combate


    Fecha: 14/04/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    Empecé a pensar que era una ninfómana, por tanto era el momento de tenerla ocupada, pero no con las piernas separadas, iba a moler vidrio de colores.
    
    Es el momento de fabricar mis armas y tú vas a moler vidrio de colores.
    
    No sé hacer eso – Replicó contrariada.
    
    Es muy sencillo, más que follar sin control.
    
    No entiendo.
    
    Perfecto, necesitamos de vidrio, botellas pueden valer.
    
    Tengo un cristal roto de un acuarium, es de color verde. Botellas de cerveza las puedo conseguir sin problemas y se me ocurre otra idea, arriba tengo un espejo que rompí cabreada debido a que no me salía cortar bien un ángulo y lo tiré en los contenedores de basura, no supo responderme y le destruí.
    
    Sirve, y un saco de plástico o de algún material duro y por supuesto un martillo para pulverizarle, preciso que sea fino polvo, los guantes de carnicero no hay que olvidarles.
    
    Habrá que enmascarar esa petición, en cocina hay chivatos.
    
    Pide carne pasada por el plancha, pero dejándola cruda, colará.
    
    Buena idea. En el taller de los coches, hay una máquina que te gustará, es una especie de perforadora, la utilizan para hacer agujeros en las rocas, para las vallas metálicas. Un día que estaba aburrida curioseé las cajas que llevaba esa perforadora, tenía varias cabezas, dos de ellas eran trituradoras, las emplean para fabricar una masa con las piedras que producen los agujeros en las rocas, una especie de hormigón de otra clase.
    
    ¿Podemos utilizarla?
    
    Quizá, dudo que haya alguien en ...
    ... estos momentos, estarán comiendo y bebiendo, los combates son favoritos de todos, se estarán poniendo a tono.
    
    ¿Nos verán?
    
    Es raro, están cerca de la cocina, y ahora estarán más ocupados con mañana, desayunos, poca basura harán.
    
    ¡En marcha sin demora!
    
    No vimos a nadie, vi en ella extrañeza y de vez en cuando recorría la mirada, todo el entorno era reconocido y de nuevo ese gesto de extrañeza, pensé que algo no iba bien.
    
    ¿Qué ocurre? – Pregunté cuando entramos en el garaje.
    
    Esperaba ver el movimiento normal de coches, sin embargo no hay ninguno, no sé qué pasa, es raro.
    
    Enséñame esa máquina y luego vigilas, no perdamos tiempo.
    
    Me quedé en la puerta mientras ella desparecía entre las altas estanterías llenas de recambios de motores y demás cosas de todo terreno sobre todo. Volvió arrastrándole sobre dos ruedas.
    
    Un mortero y sujeción para un machacador, era mejor de lo que pensaba, dijo de molerlo junto a los contenedores, están en la calle posterior a las cocinas, una tapia y monte, el ruido irá en dirección que el viento quiera, siempre sopla de alguna forma y es mejor que dentro del taller, las paredes aumentarían el ruido.
    
    El espejo entre ellos, dijo que una mezcla sería diferente, me dio lo mismo y con cierto temor puso en marcha el triturador, me pareció muy ruidoso y me asomé por encima del muro, la puerta de las cocinas permanecían cerradas, ni tan siquiera movimiento en los ventanales.
    
    Fui llenando los recipientes que llevaba el carro y ...
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