1. el reten de la policía


    Fecha: 25/03/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    EL RETÉN DE LA POLICÍA Soy un pelao de tan solo 24 años, esto sucedió en diciembre, más exactamente el 15 de diciembre del 2016. No pretendo ser el estereotipo de egocentrista narcisista, pero tampoco puedo negar mis realidades, para ser homosexual definido, tengo que destacar que soy un hombre bastante varonil y serio, no me gustan los bares gays o sitios de ambiente(no es por voletearme, ni que la gente sepa, simplemente no soy de esos ambientes, o de los lugares con mucha gente, creo que lo único que tolero es el cine, y los prefiero los lunes o martes que son los días más solos), mi estatura es de 185cm, grueso, blanco, pelo negro, de entradas(aunque para muchos es un temor ser calvo, siento que las entradas en un hombre reflejan esa varonilidad y madurez que hace a alguien más interesante), soy de voz un poco gruesa, y barbudo, el pecho velludo, piernas gruesas(algo que le atrae a mucha gente, ya sean hombres o mujeres) no digo que soy el más nalgón, pero los pantalones los hormó muy bien, un pene pequeño, para las características descritas anteriormente, le pongo unos 15 cm, y un temperamento bastante seco, algo serio, o amargado, y muy poco sociable. Soy amante a viajar, en especial en mi moto, trabaje muy duro para darme el gusto de comprarme una moto grande, me fascina correr por las carreteras de Colombia en ella conociendo diferentes lugares, y con los rasgos descritos anteriormente, sé que mi contextura en una moto grande luce muy bien, y llama la atención de los ...
    ... lugares en donde paro con ella, ya sea a fumarme un cigarrillo, o tomar agua. Recuerdo claramente el 15 de diciembre, decidí realizar un viaje a un pueblito pequeño del norte de Santander en el cual nací, pero por cuestiones de trabajo vivo en la costa. Ese día por comodidades de viaje, decidí colocarme un jean azul oscuro, que me queda bien vacano, la camiseta de Colombia, unos tenis negros, bóxer ajustados, mi chaqueta de viaje, guantes de cuero que hacían juego con la chaqueta, y un casco grande, con visera oscura, que le daba aún más ese toque intrigante a cualquier conductor, tengo que reconocer que con esa pinta en cualquier ciudad grande de Colombia, me podrían confundir con un fletero, sicario, o cualquier persona que inspira miedo, pero en carretera nacional y con el morral grande que reposaba en el asiento del acompañante era un apasionado más de las ruedas, que quiere conocer el país. Ya había atravesado algunos departamentos, llevaba algunas horas de viaje, y me sentía un poco cansado, en todo el tiempo que tengo viajando en carreteras son pocas las veces que me para la policía vial, es más común la policía civil o de transito dentro de las ciudades. Atravesé Bosconia, iba en la vía a Aguachica, a lo lejos, en un sector muy arborizado y agradable por su sombra, (parecía como si tuvieran cultivos de maderables, porque estaban a orillas de carreteras unos árboles, sembrados en forma simétrica) estaban solo dos conos naranjas, y una sola motorizada, no le di mente, ...
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