El viaje - Relatos Eróticos

El viaje

Aquí estoy sentado en un avión otra vez. Que harto estoy de tanto viaje. Me pregunto si algún día podré llevar una vida normal. Absorto en mi música y pensamientos mientras tengo la mirada perdida por la pequeña ventanilla. Giro la cabeza y veo entrar al resto del pasaje. Entonces es cuando la veo. Una mujer, joven, morena, con unos ojos grandes, precioso rostro. Se sienta un par de filas delante y cruzamos la mirada. Me sonríe y se sonroja. Le devuelvo la sonrisa y, casi sin voz. digo "buenos días". Lleva una faldita blanca casi transparente con un tanguita negro que deja ver el movimiento de su precioso culo . El avión despega y al poco la veo dirigiéndose al baño. Yo siento la necesidad de que mientras pase tocarle cuando pasara por mi lado mmmmm, me excito sólo pensarlo. Y cuando pasa , aún no se como me lanzo y dejo caer el brazo, tocando ese redondo y precioso culo. Lejos de enfadarse y luego de tocarle ,me sorprende mostrándome una mirada cómplice y una sonrisa que me deja sin poder de reacción. Espero que salga para tocarla otra vez y esperar su reacción, pero me vuelve a sorprender y es ella quien sube la apuesta. Al pasar a mi lado, me toma la mano y me deja en ella el tanga. Entonces, le agarro la mano y hago que vea como me meto su tanga por el pantalón haciendo que mi pene aun engorde más. Me levanto sin soltarla y me rozo con su culo caminando hacia el baño, antes de cerrar la puerta le beso y le muerdo en el cuello y mi mano esta por debajo de su camiseta en ...

... su ombligo . Veo a través del espejo, que le gusta, sus ojos en blanco, su boca entreabierta, y un gemido casi imperceptible denotan como le gusta esa situación. Siento que ella también quiere provocarme, ya que noto como apoya su culito en mi bulto, y se frota sobre él. Mi respiración se acelera y como me gusta el roce su precioso culo, mi mano desciende hacia la ingle, pero sin tocar su concha aún. Acaricio el muslo y subo mi mano para pellizcar los pezones mientras le giro la cabeza para morder sus labios deseosos. Entonces la volteo y hago que se ponga de rodillas acercando su boca a mi bulto y haciendo que saque el tanga con la boca . Saca el tanga con los labios, y me lo vuelve a poner en la mano, todo con una sonrisa picarona . El pene está un poco salido del pantalón, asoma la cabecita, y le da un besito, pequeño, dulce, pero carente de inocencia. Entonces la senté en la pica de manos voy subiendo la falda lentamente. La observo con una mirada llena de deseo, al que ella responde, empezando a sentir como su respiración también se acelera. Entonces me arrodillo y empiezo a besar dulcemente desde los pies hasta la ingle. Mi lengua empieza a lamer en círculos desde el muslo hasta su ya húmeda concha y empiezo a saborear lentamente y a mordisquear todo su clítoris . Siento que le gusta, y aprieta sus piernas en mi cabeza. Le encanta, trata de ahogar su gemir de placer, pero no puede. Me acaricia el cabello con una mano, y con la otra, se toca los pechos, los libera, y se ...