1. INSPECTOR DE TRÁNSITO 2


    Fecha: 11/03/2018, Categorías: Intercambios Autor: ProfeRicardo, Fuente: SexoSinTabues

    ... tan buenos amigos eran. En total fueron 6 cervezas que tomaron entre los 2, un par de veces Graziela brindó con ellos, apurada por el calor, pero definitivamente en quien había causado más efecto había sido en Don Jaime, que al final resultó ser el más alegre en esa pequeña reunión. Se despidieron y ya en casa, Jaime pidió comprar un par de cervezas más, para disfrutar en la cocina, quedando solo en truza, junto a su bella mujer, mientras que su hija iba a ver televisión a su cuarto. Jaime estaba excitado, sentaba a su mujer en sus piernas, encima de su bulto, mientras seguía tomando cerveza directo del pico de la botella. Su mujer poco a poco cedía a esas caricias y manoseos ricos. Él le subía la falda, y le metía la mano a su concha, por encima del calzón, mientras que allá arriba amasaba sus enormes senos, los besuqueaba. Pudo jalarle un tirante de la blusa, y hacer a un lado el sostén para lamerle el rico pezón de su teta derecha. El olor a alcohol de su marido, la tenía adormecida, así como su excitación, pero en un sobresalto, ella reaccionó. G: No, Jaime puede venir la niña. Ya estas borrachito. Vamos, date un baño, te echas en la cama y descansas un poquito ¿Está bien mi amor? (dándole un beso piquito y alejándose de la escena) J: ¿Crees que no me di cuenta? (Jaime cambió la expresión en su rostro, se puso serio, mientras su esposa volteaba a verlo) G: ¿De qué hablas? J: Ya sabes de qué hablo. De cómo te pusiste nerviosa con Raúl. ¿Tanto te gustó el muchacho? ...
    ... (colocándose de pie y aproximándose a ella, arrinconándola a los reposteros de la cocina) G: ¡Tú estás loco! ¿Cómo se te ocurre? Estoy casada contigo. ¿Cómo crees que voy a estar fijándome en otros hombres? J: No seas cínica. Prácticamente se te caía el calzón cuando él te miraba y te hablaba (dándole una ligera bofetada) G: No, Jaime. ¿Qué estás hablando? Ya estás borracho (recibiendo otra pequeña bofetada) J: Dime la verdad. ¿Te gustaba mirarle el bultazo que se maneja ese pendejo entre las piernas? ¿Crees que no me di cuenta? ¿Uhmmm? ¿Tan arrecha te puso Raúl? (ahora si besándola, mordiendo sus labios suavemente y dándole un par de cachetadas, esta vez más intensas que las anteriores, para inmediatamente bajar su mano, subirle la falda y hacer a un lado el calzón de su esposa, y sobar esa rica y peluda concha. G: ¡Ah! Jaime. ¡Basta! Uhmmm… Por favor. J: Ufff mira, estas toda mojadita y caliente. Tú nunca te pones así por mí. Eres una perra arrecha, mujer (un fuerte cachetadón, el más fuerte de todos, cuando de repente, ambos se dan cuenta de la presencia de su hija en el ingreso de la cocina. Vio lo suficiente para darse cuenta de la situación: su mamá arrinconada, toda despeinada, la blusa a medio caer, su papa en truza dejando notar una terrible erección, quien a su vez desvió la mirada para no ver a los ojos de su hija). K: ¿Papi? ¿Le estas pegando a mi mamá? G: No hijita, solo estamos jugando. Vamos, te acompaño a ver la televisión, Tu papá ya tiene que meterse a la ducha ...
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