1. Ricardo, su primera vez con una travesti


    Fecha: 11/03/2018, Categorías: Anal Hardcore, Transexuales Autor: azazel1976, Fuente: xHamster

    Conocí a Ricardo en un chat. Me pareció simpático y entablamos una buena conversación de inmediato. Estuvimos cerca de dos horas charlando, de tonterías, de banalidades y, por supuesto, de sexo. Divorciado hacia poco tiempo, nunca había estado con una travesti y tenía curiosidad por estar con una. Yo acababa de cumplir los 20 años y no hacía demasiado tiempo que me vestía de mujer. Su sinceridad y sus maneras al teclado me hicieron sentirme bien, a pesar de que tenía 30 años más que yo. Quedamos al día siguiente.Vivía en una población a 45 minutos de mi casa. Metí mi ropa en una mochila y pedí prestado el coche a mis padres. Habíamos quedado que cuando entrara a la población le enviara un SMS y él bajaría a esperarme a la puerta. Pasé con el coche frente a su domicilio y le vi esperando en el portal del bloque de pisos. No me gustó nada lo que vi. Bajo, con poco pelo, una barriga prominente y un rostro tirando a feo que decía que tenía más de 50 (con el tiempo supe que tenía cerca de 60). Pero su expresión de bondad me pudo. Siempre me han atraído los hombres maduros, y los gorditos y feos despiertan en mí mi lado más tierno. No siento deseo sexual pero sí algo maternal, por decirlo de alguna manera. Así que dejé atrás la primera intención de dejarlo plantado y aparqué en la acera de enfrente.Al verme salir y dirigirme hacia él se quedó sorprendido. Le saludé y le tendí la mano, que aceptó un poco a desgana. Al momento supe que se debía esperar verme ya vestida. Aun así, ...
    ... me hizo pasar dentro y pulsó el botón del ascensor. Ahí me confirmó mis sospechas. Le dije que no salía vestida a la calle, pero que si me daba 5 minutos podría ver a la sensual Ana. Su sonrisa me ganó de nuevo. Quizás sea la mejor persona que he conocido nunca. Me dijo que estuviera tranquila, que ya que había venido como mínimo nos tomaríamos algo juntos.Entramos en su piso, muy amplio y de decoración minimalista. Me dijo si quería tomar algo y abrió la nevera. Sacó un botellín de cerveza y asentí con la cabeza. Nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar del tiempo. Yo era muy tímida y él más. Apuré la cerveza de un trago, sopesando si debía vestirme o no. Al verlo sentado allí, con su buena barriga y lanzándome un par de miradas furtivas a mis piernas (llevaba unos vaqueros raídos), decidí que debía obsequiarle al menos con la presencia de Ana. Le pregunté dónde estaba el lavabo y que me dejara 10 minutos. Me puse un vestido negro que se ceñía a la perfección a mis curvas. Unas medias de rejilla y un tanguita de hilo negro. Me calcé unos buenos tacones y me maquillé sin demasiada aparatosidad. Alisé con rapidez mi media melena con una plancha de viaje y le di el toque final a mis labios con un carmín rojo pasión. El reloj decía que había pasado un cuarto de hora. Salí del lavabo…Ricardo seguía sentado en el sofá, aunque se había quitado la camisa y los zapatos. Esperaba ver toda la barriga y el pecho llenos de vello pero no fue así. No se rasuraba pero no tenía excesivo ...
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