1. Dos hermanos heteros para mi solito I


    Fecha: 10/03/2018, Categorías: Gays Autor: darren02, Fuente: SexoSinTabues

    Esta historia es de hace unos 7 años, tenía en ese entonces yo 17 años y vivía en un pueblito en Colombia. Soy blanco y siempre he tenido un buen culo y con los años he llegado a comerme vergas muy grandes y me encanta sentirme sometido por hombres bien masculinos. Me llamo Dani. En mi barrio había muchos de esos heteros que vuelven loco a cualquier pasivo, siempre jugando futbol en las calles sin camisetas mostrando sus cuerpos marcados, tostados por el sol, y sudados. Yo moría por probar alguna de esas vergas que brincaban bajo esas pantalonetas cada vez que corrían detrás del balón. Frente a mi casa vivían los “reyes del barrio”, eran dos hermanos. Uno tenía 20 (Marco) y el otro tenía 18 (Luis) y ambos eran fornidos y muy machos. Ellos tenían la costumbre de orinar en plena calle antes de irse a dormir, a eso de las 12 de la noche. Y la mejor parte era que la ventana de mi cuarto daba a la calle, así que todas las noches me escondía detrás de la cortina para observar como esos machos se sacaban esas vergas y meaban ahí sin ningún pudor. Era mi rutina. Cierta noche, como siempre, esperé que fueran las 12 para mirar por mi ventana y ahí estaba el mayor, mirando justo a mi ventana con su verga en la mano y haciéndome señas para que saliera. Con la excusa de sacar a mi perro, salí de casa y crucé la calle y ahí estaban Marco y Luis, sentados en la terraza de su casa mirando como paseaba al perro, cuando me acerqué más a ellos, Luis dijo L: - Tengo ganas de mear Y sin más se ...
    ... sacó la verga y empezó a mear ahí frente a mi. Me miraba directo a los ojos y yo no podía evitar mirar descaradamente esa verga que aún dormida se veía bastante gorda. L: Qué tanto miras? Te gusta o qué? Yo: jajaja no nada. Solo estoy esperando que el perro orine. Y entonces fue Marco quién habló M: Yo soy el que me voy a mear al perro ese. Yo: Tendrás mucha verga para atreverte a hacer eso M: Pues tu mira y dime si tengo o no! Y se bajó la pantaloneta y sale esa verga que ya estaba bastante dura. No pude hacer menos que abrir mis ojos. ERA INMENSA. Él notó mi asombro y me dijo. M: Ve, lleva ese perro a tu casa y vente un rato para acá y te quedas hablando con nosotros hasta que nos de sueño. Yo muy obediente y ya hambriento de esas vergas, fui y llevé al perro y me regresé a su casa. Yo no sabía cómo romper el hielo para volver a ver sus vergas así que dije la típica: Yo: Marco, ¿me das agua? Tengo sed. M: Si claro, entra a la casa. Cual fue mi sorpresa que al entrar, ambos entraron y me llevaron a la cocina. Marco me dio agua y mientras bebía, sentí como Luis me agarra la mano y la lleva justo a su verga. Ya no era la verga dormida de hace rato, ahora estaba muy dura, muy muy dura. Me mordí los labios cuando me dijo: L: te crees muy listo espiándonos por la ventana, pero siempre te vemos escondido y hoy vas a comerte lo que siempre quieres ver. Continuará. Este es mi primer relatos, por favor diganme si les gusta. Este relatos está basado en hechos reales vividos con mis ...
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