1. Me enseñó mamá


    Fecha: 08/03/2018, Categorías: Fetichismo Sexo con Maduras Tabú Autor: whotan, Fuente: xHamster

    ... "en forma", le duraba escasos minutos, en los cuales eyaculaba sin dejar satisfecha a mi madre. El conjunto que acababa de inutilizar o, mas bien de habilitar, abriéndole una apertura en la braga, lo compró para tratar de excitar a mi padre en el anterior aniversario de boda y, cuando llegó la habitación tras ducharse y vestirse para el acontecimiento, mi padre ya estaba dormido.Esto le sentó muy mal, pero comprendió que él también sufría a cuenta de la diabetes, por lo que dejó pasar el tiempo hasta que yo llegase a una edad un poco mas madura y ese momento había llegado.A partir de ahora ella sería mi educadora sexual y yo no tendría que hacer mas que disfrutar del sexo cuanto pudiese y quisiese. Por cierto, el último agravio de mi padre que la había movido a facilitar totalmente mi penetración con el agujerito en la braga, había sido el de que él, ni siquiera le dijo lo bien que le quedaba el conjunto que llevaba puesto cuando vino esta mañana, pues el que sea impotente parcialmente, no significa que no pueda halagar a su esposa cuando la ve guapa. En fín, al parecer ni le llamó la atención verla vestida de esa forma. A partir de ahora, todo sería distinto, ella podría disfrutar del sexo y compensar la represión que había sufrido y su marido estaría libre de obligaciones conyugales. Por su parte, el tener el amante en casa, era una bendición. Me preguntó que me parecía todo eso y yo le comenté que después de esta experiencia, ya no deseaba conocer mujer alguna y que con ...
    ... ella tenía bastante. Que no quería que se preocupase pues yo estaría toda mi vida pendiente de que mi mamá estuviese satisfecha, pues lo había pasado como nunca nadie lo había pasado antes y que no deseaba probar con nadie mas. Yo también me alegraba mucho de estar en mi casa al completo y contar con esta gratificante satisfacción sexual y que trataría de aprender todo lo que mi madre quisiese para hacerla feliz. Ella rió mi ocurrencia y sentenció que algún día conocería a otra mujer o varias, que me atraerían y que, finalmente, elegiría a una de ellas para ser mi mujer. Por otra parte, mi madre iría envejeciendo y yo perdería mi deseo hacia ella. Esto me entristeció y ella, para salir del paso me dijo que hasta entonces tendríamos mucho tiempo para repetir y hartarnos de sexo a tope, hasta hartarnos. El problema era mi padre, pero mi madre no veía dificultad alguna pues era muy confiado y con la tradición de siempre de acostarnos juntos, muchas noches inventaríamos algo para que ella pudiese venir a acostarse conmigo. Él, no sospecharía. Ella se encargaría de todo y yo, no debía preocuparme.Termino diciendo que aquel fin de semana pasaron de 25 orgasmos los que pude disfrutar y mi madre, según contó, pasaron de 15; en fin, algo inesperado y que ya no se volvería a repetir, pero lo que sí puedo asegurar es que desde aquel fin de semana muchos fueron los momentos de placer que nos dimos mutuamente y, con especial agrado, recuerdo los dos o tres polvos que echamos en la bañera y ...