Lety la hormiguita y Vane la elefanta (2da parte). - Relatos Eróticos

Lety la hormiguita y Vane la elefanta (2da parte).

... para ella no tenía mucho que agarrar; así estuvimos varios meses.Un viernes necesitaba unos documentos y cuando marque a la oficina de mi colega para solicitarlos pregunte por Vane, acordamos vernos al otro día para desayunar y que me diera los papeles, pasaría por ella a las 10. Al otro día llegue puntual con mi aguja apuntando al norte, me recibió con un pantaloncito corto y una blusita de licra con unos tirantitos, sus piernas eran hermosas, me dijo que entrara, nos abrazamos con fuerza, le bese el cuello, me dijo que tenía que esperar algo que le tenían que llevar del trabajo, que después de eso nos íbamos, paso el rato y nadie llegaba, le dije que qué hacíamos, ella iba y venía, me dijo que no desesperara, estaba sentado en un sillón grande y después de un rato por fin fue a recostarse junto a mí, recargo su cabeza en el brazo del sillón y paso sus piernas por encima de las mías, como llevaba el pantaloncito procedí a acariciarlas y empecé a besarle los pies, ella empezó a decir sonriendo “no, no” pero seguí, hasta que después de unos momentos le pasé la mano por la parte interna del muslo hasta llegar a su entrepierna, pero me quito la mano y seria me dijo: “todavía no”, yo agregue “esta bueno, pero nos vamos directo a coger después de que llegue tu encargo”, estaba bien caliente, “si claro, pero sigue acariciándome como al principio, pero no llegues a mi tesorito, ándale”, continúe y de repente que se aparece su hermano menor, como de 20 años, que en calzones bajaba ...

... de las escaleras (nos quedaban enfrente), ella no se inmuto y le pregunto que qué pasaba, a lo que él respondió qué si le hacía un sándwich, me dijo que la acompañara a la cocina, yo ya perdía las esperanzas, me dijo que no desesperara y me animo a que la abrazara por detrás, al tiempo que con su dedo índice derecho se tocaba el lado izquierdo del cuello para que se lo besara, preparó el encargo mientras que yo, detrás de ella, empujaba hacia adelante con el pene erecto debajo de mis pantalones y ella empujaba hacía hacia atrás con sus nalgas, al tiempo que le acariciaba los pechos y le besaba el cuallo y hombros; regresamos a la sala y ella subió el sándwich, un momento después ella regresó, con expresión pícara, con unos pantalones deportivos holgados en lugar de los pantaloncitos cortos, le pregunté por qué se había cambiado, se rio y me dijo “vas a cogerme aquí si no me protejo, jajaja”, pero cuando paso junto a mi le baje los pantalones hasta las pantorrillas, al tiempo que le decía “¿por qué?, no, no se te ven bien”, llevaba una tanga azul marina la vista era espectacular, ella dijo “noooo” y me soltó un manazo riéndose, no le di tiempo a subírselos porque inmediatamente me abrace de su cadera y empecé a besarla en el vientre, pubis, caderas, muslos, al tiempo que le apretaba las nalgas con las manos, siguió riéndose mientras forcejeaba sin nada de fuerza, se tiro al sillón y después de unso momentos se prendió y me dijo que nos fuéramos a su cuarto, pero le pregunte que ...