Gozando con el madurito de mi jefe - Relatos Eróticos

Gozando con el madurito de mi jefe

... grite, argumento que no sabía que ya estaba instalada que solo iba a dejar los artículos de aseo como lo indico mi otro jefe.

Molesta le hablo a mi jefe en turno y le explico la situación, llega al departamento, indignada por lo sucedido hablo con él, me consuela y me abraza, me dice que no me preocupes, pero que de seguro fue a propósito, que el hablaría con él y cambiaríamos la chapa del departamento para que no tuviera llave, pero que con ese bello cuerpo, y mis hermosos ojos quien no querría entrar a mi departamento, la verdad de momento sonreí, por sus comentario, pero él me dijo que desde que me vio, estaba loco por mí... y debo de admitirlo que a pesar de no ser mi tipo, sentí ese cosquilleo en mi coñito.

Acto seguido me beso, suave al principio, pero al ver que correspondía a su besos, lo hizo con mas pasión y desesperación, fue un beso ardiente, su lengua sabia como tratar a la mía, me deje llevar, mientras nos besábamos sobre el sofá, empezó a recorrer con sus manos, mi cuerpo primero sobre mis tetas, las apretó, las masajeo, estaba desesperado.

Me quito la blusa y dejo al descubierto mis tetas, que solo estaban cubiertas por un sostén de encaje de media copa, las admiro y posteriormente las besos, las saco del sostén buscando mi pezón, ese diminuto pezón que tengo, rodeado de un areola café, los besos, chupo, mamo, mordió con tanta fuerza, que me hizo gemir de placer, me tenía loca, caliente y es que mis pezones son mi debilidad, me pone muy caliente que ...

... los chupen de esa manera como si, fuera un bebe queriendo amamantarse.

Yo mientras con la mano, empecé a tocar su miembro y que miembro, pese a ser muy delgado, tenía una verga gruesa, larga, muy venosa, rica, se veía como en las películas pornográficas, no me contuve mas, así que le quite el pantalón y el bóxer y me agache a darle una rica mamada, empecé besando da, pasaba mi lengua sobre su cabeza, estaba tan rica, caliente, empecé a meterla a mi boca, que rica, la tenía gruesa como me gustaban, empecé un mete y saca succionando cada vez que salía de mi boca, estaba poseída, me la quería acabar no dejaba de mamarla, que rica estaba, chupaba con tanta fuerza que quería sacarle la leche y el solo gemía de placer y presionada mi cabeza sobre su pene, haciendo que me entrara hasta la garganta, le daba cada vez más rápido, cuando ya estaba a punto de correrse, me empujo tan fuerte que su leche quedo en mi garganta, que rico se sentía calientito resbalando, no me importaba casi ahogarme, me calentaba mucho tragarme su leche..

Que rico! fueron sus palabras, no me equivoque cuando te vi, siempre supe que tenías boca mamadora, y ese cuerpo, esas tetas, sabes estas aquí porque necesitaba cogerte.

La verdad lejos de enojarme me sentí bien, saber que ese hombre deseaba cogerme me hizo sentir aún más puta y me gusto, mientras él se recuperaba, me desnude frente a él y me fui a bañar, me alcanzo en la ducha, me observaba mientras me bañaba, se unió a mí y me empezó a besar la ...