1. MI MADRE ME ENTREGÓ A MI HERMANA.


    Fecha: 03/03/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    21 años mi edad. Chico apuesto, viril, conquistador de cuanta mujer se me pusiera delante si así yo lo quería, vivía una vida completamente libertina y con los resongos continuos de mi madre reprendiéndome. Mi hermana, una hermosísima chica de 16 añitos, vivía fastidiándome con sus constantes éxitos estudiantiles, y sumándose permanentemente a mamá en sus críticas a mi modo descocado de vivir mi vida, y últimamente y con una astucia e inteligencia envidiable, también excitándome con sensuales maneras de incitarme con sus femeninos encantos. Yo, advirtiéndolo y rechazándola aún más por sus cada vez más osadas y sutiles provocaciones, perdía mis estribos como quien dice, gritándole muchas veces encendido en rabias locas, que hacían poner el grito en el cielo a mamá reprendiéndome, y mi hermana adoptar de inmediato el papel de víctima, sabiendo siempre hacerme quedar, como el incorregible mal hermano que la hacía pasar canutas. Su inteligencia y astucia, eran cosas cada vez, más crecientes, y sabía ella siempre, aplicarlas conmigo. Cada día mi hermosa hermana sabía acosarme y llevarme a rabias atroces fastidiándome siempre escondida de mamá, hasta saber hacerme explotar, cuando veía que mamá andaba cerca. Yo. como un imbécil, caía siempre. Entonces. llegó aquel día. Aquel, mi fatídico día. Mamá compra un estupendo Mercedes alta gama, y la felicidad que tenía, era supra inmensa. Esa noche, yo. tenía una fiesta con mis amigotes. Le robo el Mercedes, confiado en que no se ...
    ... enteraría, y se lo regresaría, al amanecer sin que lo hubiera ella notado. Mamá y mi hermana esa nochecita salen llevadas por unas amigas a no sé qué fiesta donde estarían hasta el otro día para regresar recién al mediodía, y yo. ¡agarro el Mercedes y salgo hacia mi reunión con mis amigos! Obviamente en esa "fiestita" en la cual está de más decir que habían chicas "nada santas", me emborracho a más no poder, y habiéndose insólitamente acabado el alcohol, salgo indignado a buscar más, saliendo en la nave así ya borracho por completo. No sé dónde ni cómo ni por qué, choqué de manera tal que la máquina quedó absolutamente hecha chatarra, resultando yo como misteriosamente ileso y sin el más mínimo rasguño, aunque desvanecido por los efectos de mi elevadísimo grado alcohólico, quedando a disposición médica primero, y ni que hablar de las autoridades policiales, también. Sé que dormí hasta el otro día a las tres de la tarde cuando me despertaron en el asistencial, cuando ya. estaban mi madre y mi hermana, allí esperándome. No sé. no tengo palabras, para poder explicar la furia enceguecida que tenía mi madre. Mi hermana. me miraba con una cara en la que mezclaba sádicamente, el placer y el deseo, mostrándome sutilmente unas miradas, que me lo decían "todo". Mi madre ya había hablado con ella acerca de lo que había decidido hacer conmigo, y ella. era parte fundamental en esa decisión. Me retornaron con ellas en la vieja camionetita, manejando mamá con los dientes apretados y en el más ...
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