1. El Cazador - Parte 2


    Fecha: 01/03/2018, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    Parte 2 – Max Desperté la mañana siguiente con una gran sonrisa en los labios, y con un montón de mensajes en mi celular de Santi, diciéndome cuanto le había gustado lo que hicimos y lo inteligente que fui al inventar aquella excusa tan rápido. Me agradaba el muchacho, pero podía ver que estaba empezando a ilusionarse conmigo, así que lo mejor era poner un poco de distancia de por medio, así no saldría lastimado. Luego de responder a todos sus mensajes con un emojin de carita feliz, me levanté, me di un baño, comí algo y salí con dirección hacia la universidad, para empezar mi día de clases. ―¡Samuel! ―escuché mi nombre en el aire―. ¡Por aquí! ― volvió a decir la voz. ―Hey Mati, ¿Qué pasó? ―pregunté acercándome a mi amigo, escondido detrás de una columna con cara de asustado. ―Necesito tu ayuda con Karla, por favor ―suplicó, mientras me jalaba detrás de la columna. ―¿Qué sucedió ahora? ―pregunté con expresión de extenuación, tratando de imaginarme en que problema me metería ahora mi tonto amigo. ―Ayer no salí con ella, porque estaba con Magali… pero le dije que estaba contigo… ¿Puedes cubrirme, por favor? ¡Es la última vez que te lo pido! ¡Por favor! ¡Por favor! Con cara de pocos amigos, lo miré por unos segundos a los ojos, perdiéndome en sus bellos ojos negros y dejándome engatusar por su mirada tierna y desesperada. Mati era muy guapo, no me sorprendía que tuviera tantas chicas detrás de él, si fuera gay y no fuera contra mis reglas relacionarme con gente de mi ...
    ... universidad, ya le hubiera caído hace tiempo. ―Está bien ―contesté y su rostro se iluminó con una sonrisa bella―, pero me debes una. ―Sí, sí… todo lo que tú quieras… ¡Gracias Sam! Luego de darle una palmada en el hombro a mi amigo, cambié de rumbo y me dirigí hacia el patio de comidas, tratando de llegar casual a donde Karla se encontraba, para poder hacerle el favor prometido a mi amigo, pero Karla no estaba sola, se encontraba sentada junto a alguien a quien no pude verle el rostro en primera instancia. ―Hola Karla ―le saludé cuando llegué a su mesa. ―Samuelito, ¿Qué tal? ―me saludó y luego se volvió hacia la persona que la acompañaba―. Él es Max, se acaba de cambiar de carrera y llevará algunos cursos con nosotros ―explicó. Entonces aquel desconocido se giró hacia mí y pude verlo con claridad. Su rostro era trigueño, sus labios carnosos y rosados. Sus ojos color avellana eran los más hermosos que había visto. Por un largo segundo me quedé sin habla, sólo admirando a aquel hermoso chico. ―Mucho gusto ―dijo Max, extendiendo su mano hacia mí, haciéndome reaccionar. ―Mucho gusto, me llamo Samuel ―me presenté, y mi mano al contacto con la suya generó una pequeña corriente eléctrica que me hizo sentir muy extraño. Max se quedó viéndome por un momento y luego volvió su mirada hacia Karla, quien no parecía darse cuenta de nada. ―Vamos a clase, que se nos hace tarde ―dijo luego ella y los tres nos dirigimos hacia los pabellones. En el camino hablé con mi amiga y cumplí con cubrir a Mati, no ...
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