1. UNA NUEVA AURORA.La primera sumisión.


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Dominación / BDSM Hardcore, Fetichismo Autor: ibero, Fuente: xHamster

    ... cuerda que la rodeaba. Fue tirando poco a poco de ella con ambas manos alternativamente hasta hacerla pasar toda y quedar tocando su sexo, por encima de su nueva y ajustada braga. Soltó la cuerda, y al igual que si de una gata se tratara quedó colgando a su espalda como una cola, para colocar el trozo de cuerda que caía justo encima de su sexo, pues se cruzaban, de tal modo que cuando tiró de nuevo de la cuerda con su mano izquierda, la doble cuerda, se hundió entre los grandes labios de su sexo separándolos y presionando su clítoris. Colocada la cuerda y tensada con su mano izquierda a su espalda, metió la mano derecha entre sus piernas, la cogió y la hizo pasar por segunda vez entre sus piernas, una vez delante separó los dos extremos, los colocó para que no se cruzaran y cogió uno en cada mano. Esta vez hizo pasar ambos tramos de cuerda por fuera de sus grandes labios, por sus ingles, e inmediatamente entrelazó ambos extremos con un nudo simple. Al tirar hacia afuera de los extremos fue bajando ese nudo hasta situarlo justo en la parte de arriba de su sexo, donde terminan sus grandes labios, un poco por encima de su clítoris, que ahora se encontraba escondido bajo la cuerda, aplastado y aún más excitado. Tirando hacia arriba volvió a juntar los extremos, los hizo pasar entre su abdomen y la cuerda que rodeaba su cintura, entonces tiró con fuerza hacia abajo con su mano derecha, haciendo que el tramo de cuerda último se ajustara más en sus aductores, se cerrase más en ...
    ... torno a su sexo, obligando a sus grandes labios a cerrarse un poco más sobre la cuerda que tenía entre ambos. Mientras que con su mano izquierda sujetaba la cuerda, pellizcando la una contra la otra en su cintura, para que al anudar el extremo no perdiera tensión y continuase cerrando con fuerza su sexo. Volvió a recordar las palabras de su Señor, “ no aprietes demasiado las cuerda, recuerda que las deberás llevar durante horas “. Se veía que la conocía bien, pues se quedó con las ganas de ceñirla más, y al igual que cuando se ató los pechos su imaginación despertó, ahora comenzó a imaginar cómo sería llevar esa misma cuerda sin las bragas, notar toda su dureza, esa aspereza característica que posee la cuerda de esparto, y que la estaba sintiendo en sus pechos, deseaba sentirla dentro de ella, lacerando su sexo con cada paso. Aflojó un poco, anudó el extremo y se quedó mirando su reflejo en el espejo. Observó sus pechos, con su tersa y brillante piel cogiendo ya una tonalidad rojiza que no debería ir más allá, al haber hecho caso a su Señor. Sus pezones parecían hinchados y más oscuros, pero al tener la piel de su alrededor más oscura no destacaban tanto en su color. Cogió sus pechos con las manos y los movió haciendo círculos, para acomodar la cuerda que los ataba y sintió un gran alivio, más fue un placer para ella, como el que no ha podido rascarse durante un buen rato una parte del cuerpo que le estuviera picando y de pronto pudiera hacerlo. Cerró sus ojos y continuó ...