1. Ayudé a mamá a que recuperar su sexualidad


    Fecha: 21/02/2018, Categorías: Hetero Autor: Cabrera1993, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Ana, tengo treinta años, casada felizmente con un hombre maravilloso que me llena en todas las facetas que una mujer desea de su matrimonio; con dos preciosos hijos (niño y niña) de seis y tres años respectivamente.
    
    Soy excesivamente fogosa sin llegar a la ninfomanía, pero si no hago el amor todos los días, mi cuerpo nota que le falta algo. Gracias a Dios, mi marido responde sin problemas a pesar de sus cuarenta y cinco años.
    
    Pero no les voy a hablar de mí, voy a hablar de mi madre, una hermosa mujer que me dio a luz a sus dieciocho años, por lo tanto, ahora tiene 48. Y lo que más me ilusiona: que para los extraños no somos madre e hija, somos hermanas. Lo que vacilamos con esta situación cuando salíamos juntas por ahí de marcha.
    
    Mi padre, desgraciadamente ha fallecido hace menos de un año; tenía 56 años, un cáncer precoz se lo ha llevado en la flor de la vida. Mi madre no lo supera, ha caído en una profunda depresión que la está marchitando, y como no lo supere “se va” con él en poco tiempo.
    
    Me tiene tan preocupada que estoy haciendo todo lo que está en mi mano, y el amor que le tengo para que se recupere. Pero inútil, se ha encerrado en su desgracia y dice que no tiene deseos de vivir, ya que la vida le ha quitado lo que más quería.
    
    -Pero mamá. Le digo con ademán de enfado. ¿Es que yo y tus nietos no llenan el vacío que te ha dejado papá?
    
    -Sí, hija, ¡Cómo no me van a llenar! Pero el vacío que ha dejado tu padre en mi alma y corazón no hay ...
    ... nadie quien lo llene.
    
    -Pero mamá, la vida sigue, eres muy joven y no te puedes encerrar en ti misma. Va a hacer un año que ha muerto papá, y aunque me consta que va a estar en tu recuerdo eternamente, seguro que si te está viendo se enfada. Sabes de sobra lo liberal que era.
    
    -Dame más tiempo hija, dame más tiempo, todavía siento en mi piel el contacto de las manos de tu padre.
    
    Esta confidencia y la cara que puso al decirlo, me indicó, que, mamá necesita el contacto de un hombre, pero no es capaz de entender que con papá es imposible.
    
    Hablé con Félix, (mi marido) después de haber hecho el amor tan apasionadamente como siempre lo hacemos.
    
    -Me tiene preocupada mamá. Sigue encerrada en si misma con el recuerdo de papá, y me temo que va a entrar en una profunda depresión como no seamos capaces de convencerla que debe rehacer su vida.
    
    -Lo que no me explico. Dijo Félix. -Con lo hermosa que es, y con la vitalidad de la que siempre ha hecho gala, no sea capaz de superarlo; máxime cuando me has dicho que en el aspecto sexual has salido a ella.
    
    -Creo que mamá necesita de un hombre; ayer vi una expresión en su rostro que le delataba; le vi un deseo contenido, unas ganas terribles de follar, pero reprimidas por sus conceptos morales y religiosos.
    
    -¿Sabes si se masturba?
    
    -¡Ay! Pues no sé.
    
    -Mira cariño, vamos a urdir un plan para que mamá recupere las ganas de vivir. Me sugirió Félix.
    
    -¿Qué pretendes?
    
    -Lo primero vigilarla.
    
    -Me parece eso una canallada, ...
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