1. La reeducación de Areana (28)


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: Transexuales Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Era lunes, cierto lunes, el lunes indicado para la fiesta de bienvenida a Elena luego de su viaje a Europa. Todo estaba listo en la casa, incluidas las tres perras, que habían sido higienizadas y sometidas a la enema y aguardaban en el cuarto de la cucha, desnudas, en cuatro patas, con sus collares y al cuidado de Milena y Marisa. En el amplio living, la mesa con los bocaditos y las copas de champagne que disfrutaban Amalia, Elena y la casi totalidad de las invitadas.
    
    La última en llegar fue Margi, asombrosamente distinta de su imagen inicial, el pelo suelto cayéndole sobre los hombros y en potente contraste con su piel blanquísima, muy breve minifalda de jean azul, musculosa blanca ceñida sin nada debajo y zapatillas sin medias. Milena bajó a abrirle la puerta del edificio y, deslumbrada, la besó apasionadamente en la boca.
    
    -¡Nena! ¡estás hecha una putita hermosa! ¿tus papis viven o se murieron de un infarto?... –bromeó la asistente mientras la tomaba de las manos.
    
    Margi rió, halagada y algo nerviosa, mientras abandonaba sus manos en las manos de Milena.
    
    -Gracias, Mile, pero no, por suerte ahora todo bien con ellos, aunque al principio fue muy duro. Los escandalicé cuando me aparecí así una noche, pero al fin de cuentas nos queremos y cuando los amenacé con irme de casa y que era inútil una denuncia porque no me iban a encontrar, aflojaron… -explicó la jovencita mientras ambas iban hacia el ascensor tomadas de la mano y Milena se prometía darle hasta por las ...
    ... orejas en el transcurso de la noche.
    
    Una vez arriba, el ingreso de la jovencita en el living provocó un alboroto sonoro entre las invitadas:
    
    -¡Pero… ¡¿quién es esta bellecita?! –preguntó Marta, la librera, mientras dejaba su copa sobre la mesa y se adelantaba hacia Margui con los brazos extendidos. Cuando la tuvo ante ella intentó besarla en la boca, pero Margui cargaba aún con algunas rémoras de su educación religiosa fundamentalista y aparto la cabeza ante el avance de esa señorona desconocida, que frunció el rostro en una mueca de disgusto.
    
    -Bueno, bueno. –terció Milena tomando de un brazo a la joven y llevándola hacia Amalia, que había observado la escena con atención.
    
    -Ya habrá tiempo para todo, mi estimada Marta… -alentó a la invitada.
    
    -Mmmmhhh, caliente hemos empezado… -se dijo Amalia. –Vamos a tener una noche muy hot… -mientras mantenía a Elena pegada a ella, tomada por la cintura, y Elena le dijo:
    
    -Ya estamos todas, ¿no es hora de traer a las perras?
    
    -Sí, ya es hora. –coincidió Amalia y llamó a Marisa por el handy para darle una escueta orden:
    
    -Tráiganlas.
    
    Poco después las perras aparecían en el living, en cuatro patas y conducidas porla asistente. De inmediato estalló el entusiasmo entre las invitadas, que recibieron a los animales con calientes exclamaciones.
    
    -¡Formemos un círculo, mis queridas! –indicó Amalia. -¡Tres metros de diámetro!... ¿Entienden de geometría? –bromeó mientras las invitadas iban cumpliendo con lo pedido. Una vez que ...
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