1. Las Calientes Vivencias de las nietas de doña Juanita 8


    Fecha: 09/07/2017, Categorías: Incesto Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues

    ... placer, levanto la falda y la atoró en su espalda y vio el hermoso y redondo culo de Karen, esta de un color oscuro, casi prieto, pero se antojaba tanto besarlo; desde arriba escupió y la saliva cayó en centro de este, con su dedo esparció la viscosa secreción y metió un dedo ‐ Aaahhh profe Estaba sin mucha resistencia, metió otro ‐ Aaahhh si profe “¿cabría un tercer?”—pensó el pervertido hombre ‐ Aaahhh si profe en mi culo que rico siento, ¿quiere? ‐ ¿Qué? ‐ Metérmela por donde me sale la caca ‐ Si Lo dijo casi en un susurro celestial, escupió más en el prieto hoyo y blandeó su pene y lo apuntó en el culo de ella ‐ Ayy-- Dio un grito Karen—páseme mi calzón El hombre se agachó y le dio el calzón a Karen, ella solita lo metió a su boca para que sus gritos no llegarán muy lejos, el maestro estaba demasiado excitado, iba a pasar, iba a encular a esa nalgona niña de sus fantasías ‐ Mmgmgmhgmh Karen solo pudo hacer sonidos guturales cuando sintió como la gruesa carne se desplazó dentro de ella, el maestro tenía la boca abierta, pero le temblaba la quijada, estaba desencajado, sus ojos brillaron como si un fuego infernal se prendiera dentro de ellos ‐ Mmmmggghh mmmmggghh mmmgggghhh Karen gimió una y otra vez con su pantaleta dentro de ella, el maestro ya no era tierno, estaba bombeando como si quisiera sacarle la verga por la boca, tenía una mano en la cadera y otra en el hombro. Karen vuelta loca pensaba quien de todos se la había enculado mejor, sus pensamientos no dudaron, el ...
    ... gordo calvo pervertido había sido el mejor, era tosco, insensible a sus gritos de dolor, gruñía como cerdo y sudaba peor, sus manos enormes y gordas podían asfixiarla hasta la muerte ‐ Mmmmggghhh Fue el quejido que lanzó cuando el maestro le metió la verga lo más profundo que pudo y vació mucha leche dentro de ella ‐ Aaahhh Karen mi amor, siento delicioso aaahhh Karen sintió como el hombre se seguía sacudiendo a cada disparo de semen que le daba a ella, sintió como las manos de él fueron aflojándose en su cuerpo y poco a poco se fue separando hasta sacarla toda, ella aún con los ojos cerrados y su pantaleta en la boca escuchó como rechinó la silla cuando él se desplomó en ella. A Karen también le temblaban las piernas, pero ella debía ser más fuerte, como pudo se bajó del escritorio, se hincó frente a su desfallecido maestro y metió la verga en su boca, estaba semi aguada, en el punto donde no hay erección pero tampoco está flácida ‐ Aaahhh Karen El maestro asombrado vio como ella con el mayor escrúpulo limpio el pene y los huevos, lo guardó y subió el cierre, como si con eso cerrara el ciclo de la cópula ‐ Eres increíble Karen, creo que te dejaré castigada a diario ‐ ¿si? Jijiji—contesto ella mordiéndose un meñique—pero no todos los días profe, porque si no mi abuela puede sospechar, ¿de acuerdo? ‐ Bueno está bien, será cuando tú quieras, pero… ¿Quién es el afortunado? ‐ ¿De qué? ‐ De cogerte, obvio no soy el primero El maestro la miró con atención, Karen miro al techo, ahí ...
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