1. Hotel (preparativos)


    Fecha: 17/02/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Apenas habían pasado veinticuatro horas cuando Madame volvió a llamar al Hotel.
    
    Madame: "¿Le habéis trasladado mis exigencias?"
    
    Hotel: "Nada más recibir su confirmación de la reserva. Lo normal es que al recibirlas tarde algunos días en dar la contestación."
    
    Madame: "Cuando recibáis su contestación y sus fotos me lo reenviáis."
    
    Hotel: "Así se hará Madame."
    
    Lunes 12 de Junio
    
    Ayer me lo pasé enfrascada en mis dudas sobre mí. Estuve buscando y viendo vídeos sobre torturas corporales extremas, me sorprendió ver cómo chicas, algunas incluso más jóvenes que yo, soportaban una cruel flagelación, o cubrían su torso íntegramente con cera líquida o recibían descargas eléctricas en sus zonas más erógenas. Pero lo más sorprendente es que esas imágenes me excitaban.
    
    Lo que más me excitó fue ver a una chica, muy joven, totalmente inmovilizada y amordazada, cubrían su torso con cera líquida. El rostro de terror y pavor, eso hizo que me decidiera a realizar esa misma tortura sobre mí misma. Así que he salido a realizar algunas compras, unas seis ollas medianas, varias velas, y un tablón de madera. Nada más llegar a casa me fui a realizar mis necesidades fisiológicas pero con las bragas puestas, entretanto he puesto las velas en una de las ollas al fuego para que se hagan cera líquida. Ha pasado un buen rato, tengo la cera líquida aún en el fuego. Con cinta americana he fijado mis piernas en el tablón, que está sobre la bañera, mis bragas, chorreando de mis orines, ...
    ... dentro de mi boca y la misma cinta americana me fija definitivamente al tablón.
    
    Con parsimonia voy vaciando la olla sobre mis tetas, al caer las primeras gotas calientes sobre mis senos hace que suelte la misma y se vacíe de golpe. Al sentir la cera hirviendo sobre mi cuerpo, intento gritar pero mis bragas me hacen emitir sonidos sordos, para mí son más bien gemidos de placer, mientras dura el calor de la cera líquida sobre mis tetas noto que mi coño está, prácticamente, licuado. Ya lo tengo claro, me encanta ser azotada y vejada, disfruto siendo una esclava sexual. Entre mis piernas mantengo la alcachofa de la ducha apuntando a mi coño, aún siento el calor abrasador sobre mi cuerpo cuando he abierto el agua caliente, aunque realmente está hirviendo ya que, previamente, puse el termo al máximo. Durante un buen rato estuve disfrutando y sufriendo del tormento que me estaba aplicando a mí misma.
    
    Más tarde he recibido un correo de "la Residencia" en el que se me exigía fotos mías desnuda mostrando mis partes, además de una serie de condiciones mínimas que debía de aceptar. Mi contestación fue, aparte de aceptar todas sin reservas, que debía ser tratada de la forma más humillante, denigratoria y vejatoria posible, aparte de ser castigada de la manera más cruel, sádica y dolorosa posible, por último he suplicado que se ejerza sobre mi cualquier forma de violencia física o psíquica.
    
    Nunca había visto tantas ansias en una mujer para ser sometida, me envió dos fotos en dónde ...
«12»