1. Despacho de abogados


    Fecha: 16/02/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el pestillo.
    
    Los tres hombres se pusieron a mi alrededor y sacaron sus pollas. Estaban flácidas pero eran de muy buen tamaño. Sobre todo la del abogado que me sugirió el plan. Una a una fui agarrandolas y metiéndomelas en la boca.
    
    Mientras pajeaba lentamente una polla con cada mano, me metía entera en la boca la tercera, de forma que los tres tíos estaban perfectamente complacidos. Debía hacer un buen trabajo, ya que estaba en juego mi futuro.
    
    Continué durante varios minutos mamando las tres pollas con lentitud, deleitándome con cada una de ellas, saboreando esas vergas y poniéndolas cada vez más duras. Una vez comprobé que los tíos no aguantaban más, les rogué que me follaran. Que necesitaba que me penetraran por todos los agujeros. Ellos, tremendamente excitados, me empalaron sobre uno de ellos que estaba sentado en una silla y pude sentir como entraba todo ese trozo de carne en mi todavía estrecha vagina. Durante la cabalgada no paré de pajear al resto mientras les chupaba los cojones y les acariciaba el ano.
    
    El hombre sobre el que cabalgaba, me levantó en el aire, me giró 180 grados, colocándome de frente a él y sin tregua alguna me volvió a penetrar mientras chupaba con pasión mis tetas. Seguía por tanto cabalgando a ese vaquero pero esta vez mi culo quedaba al aire, lo que provocó que el que la tenía más grande comenzase a lamer mi ano y a introducirme un dedo. Yo estaba completamente extasiada. Estaba siendo follada a un ritmo fuerte por ...
    ... mi chochito, mientras se preparaba mi culo para ser perforado por el pollón de la noche. El tercero en discordia, se conformaba de momento con recibir mis lametones en el capullo cuando las embestidas de mi potro salvaje lo permitían. En menos de un minuto, mi segundo vaquero colocó su verga en la entrada de mi culito y comenzó a meter su capullo. Aprovechando las embestidas del que me follaba, hizo coincidir una de ellas y de golpe me hundió los 28 centímetros de polla que poseía. Pegué un grito escandaloso, pero el tercero me metió de inmediato su falo impidiéndome gritar. Así comenzó esa gran follada que duró cerca de diez minutos. Era increíble. Notaba como se conectaban ambas barras ardiendo en mi interior y como mientras una salía, la otra entraba. No recuerdo cuántos orgasmos tuve, pero sí recuerdo que las piernas me temblaban. Entre tanto, al que se la estaba chupando, se vino en mi boca. Sin duda era el más pardillete de los tres e incluso su polla era notablemente más pequeña que las de los otros dos.
    
    Los dos abogados terminaron casi a la vez, y de un brusco giro me colocaron de rodillas y me obligaron a tragarme hasta la última gota de su leche. Una vez hube dejado las tres pollas como los chorros del oro, los tres hombres se vistieron y me pidieron que esperara en la salita de espera. Tras unos minutos, apareció el más pardillete y me dijo: " Mira, los jefes están contentos con tu primera actuación. Nos vemos el mes siguiente".
    
    Continuará… 
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