1. Sumiso de mi suegra y mi esposa (1)


    Fecha: 17/06/2017, Categorías: Grandes Series, Autor: morbocuentos, Fuente: CuentoRelatos

    Estoy hincado en un rincón de la sala de la casa de mi suegra, en calzoncillos y viendo hacia la pared, se preguntaran que hago en esas condiciones en una casa ajena, pues la historia no es muy larga, pero después se las contare, primero quiero presentarles a mi suegra.
    
    Cristina, ella es una mujer de 45 años, bastante atractiva, suele vestir siempre con faldas por lo regular muy cortas y zapatos de tacón, piernas largas y caderas refinadas y poseedora de una gran cabellera larga, su carácter es del tipo dominante y cuando está enojada… huyyyy… Olvídense y en ese momento yo era una persona que la había hecho enojar.
    
    Mi novia Pamela, ella es muy parecida a su madre, cabello largo y saco las piernas de su madre, largas y bien torneadas, suele llevar el cabello igual de largo que Cristina, todo un monumento.
    
    Ambas están en la cocina platican y ríen muy animadamente, llevan ya casi dos horas en la pequeña mesa del desayunador y se comportan como si yo no estuviera en calzoncillos a escasos metros de ellas, a veces puedo escuchar de lo que hablan pero no puedo formarme una idea concreta del tema, solo palabras al aire, pero yo sé que de un momento a otro este castigo se va a terminar y mis tares domesticas van a comenzar, ya que en punto de las 10 am, los días sábados mi suegra y mi esposa acaban de almorzar y ya faltan solo cinco minutos.
    
    —Ernesto! Ven a levantar los platos de la cocina —escucho gritar a Cristina.
    
    Rápidamente me levanto y me dirijo hacia la ...
    ... entrada de la cocina, y antes de entrar puedo ver a mi esposa y a Cristina, paradas a un lado de la puerta, y como Cristina me ha prohibido levantar la mirada, intento pasar en medio de ellas con la cabeza baja, pero Cristina con un grito me detiene, La piel se me enchino al escuchar su voz tan cerca de mi oído, y me pare en seco, sabía que no iba a ser nada bueno lo que me tendría que decir.
    
    Se paró detrás de mí y después de guardar silencio por unos segundos, dijo:
    
    —No voy a dejar que mi yerno se pasee semidesnudo por la casa. Verdad Pamela??
    
    Pamela, quien ya estaba bien aleccionada por Cristina, solo respondió con un:
    
    —Claro que no…
    
    —Ernesto, traje algo para ti, está en una bolsa negra en mi recamara, ve por él.
    
    Di media vuelta y con la mirada baja comencé a cruzar la sala en dirección a la recamara pero de nuevo la voz de Cristina me detuvo.
    
    —Ernesto!!!
    
    Me pare en seco y solo atine a decir:
    
    —Dígame Cristina...?
    
    —Recuerda no estar de chismoso hurgando mis cosas que por eso estas así… jajajajaja.
    
    Ambas comenzaron a reír y continué hacia el cuarto, no podía creer que mi novia Pamela le haya seguido el juego a su madre, en parte la entendía y la disculpaba, lo que me vieron hacer ameritaba otra cosa, así que lo único que podía hacer, era soportar.
    
    Llegue hasta la cama y vi. La bolsa de Cristina y a un lado la bolsa con ropa, era una bolsa grande y para serles sincero no me atreví a abrirla, estaba algo espantado, así que la tome y rápidamente di ...
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