1. Luis, Jacobo y un verano 30 Follando con León


    Fecha: 10/02/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    Estaba todo preparado para la partida de Julio y Bruno, ellos estaban alegres, iban a vivir su gran aventura, aunque mamá y la tía no lloraban, sabía lo que sentían, justo lo que a mí me pasaba. Los hombres a los que más quería, me dejaban. Ese curso estuve en el ballet hasta febrero, mis padres querían que lo hubiera dejado en Navidad y dedicara ese tiempo a los idiomas, me resistí hasta el mes de febrero, además de que me gustaba, porque continuaba follando con Asaf, recibiendo sus inigualables comidas de culo y me dejaba muy contento. Sin desearlo realmente, terminé mi relación con el patillas e Iván. En Navidad, los días que Julio tuvo vacaciones los pasó en la hacienda, a nuestra casa solo vino a estar tres días, los abuelos dejaron de venir y el piso primero se cerró. Prácticamente habíamos perdido a Julio, los dos años anteriores que vivió con nosotros, resulto un paréntesis en las vidas de todos. Ahora estábamos lejos los unos de los otros, me quedaba Jacobo y Felipe, aunque la vida que llevaban no era del todo de mi agrado, se reunían con chicos mayores a los que alegraban en algunas fiestas privadas donde desahogaban su libido y ganas de polla. En Semana Santa, vino Bruno a casa. ¡Waauuu! Le veía increíble, mucho más guapo de lo que enseñaba en las fotos, los aires del norte se sentaban bien. No tuve oportunidad de estar íntimamente con él y sé que sus relaciones con Vero terminaron. A parir de Abril tuve ocasión de conocer mejor a León, el chico que follaba con ...
    ... Paulino el profesor, según lo que contó Felipe. Estaba conmigo en clase pero no llegamos a hablar hasta que un incidente nos indujo a conocernos, hasta terminar en una singular y larga amistad. Estábamos en un descanso de clases y tuve que ir al aseo, después de orinar me entretuve lavando mis manos, entonces escuché una especie de gemidos que venían de una ventanita de respiración en lo alto de la pared, no había puerta alguna que comunicara con aquel lugar que parecía independiente. Los gemidos se hicieron más fuertes además de voces ahogadas. -Calla puta, ya lo haces con otros. –me pareció que los gemidos se convertían en sollozos. Me pico la curiosidad y rodeé el edificio para localizar el local de donde procedían los ruidos. Había una puerta que siempre creí que era como un almacén de cosas inservibles del colegio, nunca se me había ocurrido andar por allí, la abrí con precaución y no encontré lo que buscaba. Iba a hacer el camino de vuelta cuando los ruidos volvieron, ahora más claros y se confirmaron mis sospechas de que eran sollozos lo que se escuchaba y venían del fondo del almacén a oscuras. Con cierto miedo avancé hasta la pared del fondo y había una puerta que dejaba escapar una línea de luz por abajo. La abrí y quemé en suspenso. Un chico que conocía, y que no lo hubiera sospechado de ninguna manera, estaba encima de León, sacando su verga sucia de semen del culo del pobre chaval que tenía la cara llena de lágrimas. Se subió los pantalones con rapidez, con su verga ...
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