Incesto, el pecado más placentero - Relatos Eróticos

Incesto, el pecado más placentero

... sus dedos los lamió y se quedó dormida, mi pregunta era, ¿Me habrá visto?

Al día siguiente todo ocurrió con normalidad, nuestra rutina normal pero en la noche el clima empeoró, callo un diluvio, relámpagos y truenos por todas partes, fui a su cuarto y le dije que si podía dormir con ella, ella aceptó y yo iba en bóxer y ella también, e a que se durmiera para poder tocarla y así fue logré acariciar sus tetas y por encima de su vagina, pero yo lo que quería era su culo, eran esas nalgas que tanto he querido comerme, pero no pude al día siguiente estuvo igual pero la temperatura bajo y hacía muchísimo frío, ni unos de los 2 pudo salir de casa así que nos quedamos viendo tele, pero todo cambiaría al llegar la noche, mi madre fue a dormir y yo la seguí, obviamente con las excusa de que tenía miedo, pero ella nunca se destapó y no me dio de colcha así que me tape con otra la verdad yo estaba muy cansado así que me dispuse a dormir, pero al sentir que hubo un movimiento brusco me desperté, o cielo santo lo que mis hijos acababan de ver lo que he esperado por muchos años, mi madre dándome la espalda en posición de cucharita un culo hermoso y una cintura diminuta de veía perfecto, me lo quería comer, pero primero tenía que quitar la sábana que la cubría, es estaba arriba de la sabana así que fue difícil quitarla, y de ahí agarre mi celular y alumbre, lo que vi me hizo quedar atónito estaba desnudo, mi sueño hecho realidad era mejor de lo que pensaba y solo era el empiezo de lo tan ...

... grande que estaba no se veía por completo, no sabía qué hacer, me dispuse a quitarme el bóxer y ya con el pene erecto me masturbaba viendo ese hermoso espectáculo, me volteé para que mi cara estuviera enfrente a su culo y ahí empecé a besarlo y chuparlo lo lamí y toque todo, una piel demasiado suave y perfecta, lo único que quería era penetrarla así que me acomode bien detrás de ella y lubrique mi pene con mi saliva, vaya mi sorpresa una vagina si ni un bello, prepare mi pene para lograr penetrarla pero no podía estaba demasiado estrecha, no sabía si era por el peso de su cuerpo o porque casi no follaba, intente varias veces pero sin éxito tuve miedo de despertarla así que mejor decidí sacarle, volví hacia su trasero y lamí su culo y su vagina, era tan delicioso pero después me fui por su ano, estaba rosadito y olía un a jabón era un olor muy rico intente meter mis dedos pero era imposible, me sentí derrotado y al ver que ella se empezaba mover mejor decidí dar marcha atrás y ahora mejor intente descansar y quedé dormido, no sin antes masturbarme por la escena en la que había participado y así siguieron los días hasta que llegó un carta de mi padre que decidía abandonarnos, yo pensé que mi madre estaría devastado pero no al parecer no le importo.

Yo ya había agarrado mañana ella salía y yo aprovechaba para ir a masturbarme con su ropa interior limpia, yo sabía que ropa iba a usar mi madre si que lo acomodaba en un lugar estratégico si cuando ella se fuera a bañar agarraría ...