1. Entregando a mi esposa 2


    Fecha: 05/02/2018, Categorías: Voyerismo Masturbación Hardcore, Autor: sebirra, Fuente: xHamster

    Entregando a mi esposa 2 La noche del sábado se me hizo larguísima, daba vueltas, no podía entender como me había animado a tanto, volví a pensar una y otra vez, una fantasía es una fantasía y otra cosa es algo real, no podía dormir y me sentía excitado, nervioso, confundido. A mi lado, Débora dormida, tranquila, relajada, de costado, culito apuntando hacia mi, veía la tanga cómo se perdía en ese culazo. la acaricié suavemente un largo rato,intenté dormir pero me costó un montón, estuve dando vueltas hasta temprano en la mañana en que me quedé dormido. Me desperté cerca de las 11, Débora jugaba con la nena en el comedor, me acerqué la saludé con un beso profundo, me dijo que a la tarde podríamos ir a la plaza. Era un hermoso día soleado de principios de primavera, el tiempo que más le gusta. Así que comimos tranquilos, ella se fue a cambiar, se puso una pollera ajustada tipo tubo, una tanguita muy chiquita, la pollera esa se retransparenta con el sol. Giro para mi:-Estoy linda...?-Hermosa... deliciosa...-Me parece que se trasparenta mucho no...? digo... cuando le pega el sol...-Ay amor... vamos a pasear con la nena, no pasa nada... Ya me sentía excitado de nuevo. Salimos a la calle, ella caminaba empujando el cochecito de la nena, parecía que el culo se le marcaba más como lo movía. La cadencia de su culo cuando va empujando el cochecito. De a ratos me quedaba un poquito más atrás, la miraba caminar poniendome recaliente, que culazo mi Dios, el vaquero ayudaba a ocultar mi ...
    ... terrible erección. Yo llevaba el equipo del mate, algunas galletitas. Cuando entramos a los juegos me senté, ella se sentó a mi lado, después se fue con la nena a la hamaca, me distraje mirando los otros chicos que jugaban, cuando miré hacia las hamacas, había un muchacho joven, de nuestra edad,treinta y pocos. Charlaban animadamente con Débora, que se movía exageradamente sensual al hamacar a Jazmín, él no perdía detalle, yo la miraba desde lejos, en otra en otra época hubiera salido corriendo, me hubiera acercado, pero esta vez permanecí a la distancia observándola. En un momento ella miró hacia donde yo estaba y simplemente levante la mano saludandola y en ese gesto, sentí que les estaba diciendo que estaba todo bien a los dos, les estaba diciendo si soy el marido que mira de lejos y no pienso meterme en nada de lo que está pasando. Me calentaba toda la situación, mi actitud sumisa, consentidora. De nuevo tenía una erección que iba a romper mi pantalón en cualquier momento. Necesitaba parar, pensar en otra cosa, así que me puse a preparar el mate, mirando para otro lado, al rato sentí que Débora se sentaba a mi lado, empecé a cebar mate. Tomamos charlando un poco de todo, ella me contó algunos problemas de su trabajo. Volvimos a casa, ella se iba a encargar de bañar a la nena. Me encargué de empezar a preparar la comida. Después de bañarla Jazmín se quedo profundamente dormida. Débora vino a la cocina y me abrazo desde atrás. Empezó a jugar con su mano derecha apretaba mi ...
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