1. Cogiendo en la casa modelo, la casa abierta


    Fecha: 05/02/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... mentolados y una botella de vino. Llegué un cuarto para las cinco y ella ya tenía limpia la cocina, pues todo lo que llevamos se quedaría ahí, pues el siguiente día debería de volver a la casa modelo. Llego y obviamente la puerta está abierta y lo primero que me dice es que tiene miedo:
    
    - ¡Tony, tengo miedo!
    
    - ¿Miedo por tu esposo?
    
    - No, eso no me preocupa… miedo a lo que estoy haciendo… nunca he hecho algo así… estoy nerviosísima.
    
    - Tranquila Melida. Yo te aseguro que nadie sabrá nada. Por lo menos de mi parte nadie sabrá nada.
    
    Me acerco a ella y la tomo entre mis brazos y le beso el cuello y me doy cuenta que lo de los nervios es verdad; tiembla cuando me le acerco. Masajeo su cuello y su espalda para que sienta confianza de alguna manera de mis manos, pero continúa con un enorme silencio y yo ocupo ese tiempo para acariciar sus manos y hacer algo de confianza. Le digo que echemos llave a la casa y ella me dice que se quiere dar una ducha. Ella se mete al baño, pero le echa llave. A los minutos sale con el cabello mojado y sin maquillaje y solo cubierta por una toalla. La tomo y la cargo y la poso en esta cama matrimonial de esta casa modelo. Beso su cuello y ella es evasiva y me dice que no le deje marcas… la pongo de un lado mientras yo comienzo a despojarme de mi ropa. La pongo de lado y me queda esa vista espectacular de sus dos enormes y ricos glúteos totalmente desnudo y mi verga erecta recorre entre ellos esa rajadura exquisita, mientras yo le beso ...
    ... la espalda algo encorvado. Alguien toca el timbre de la casa modelo y Melida se asusta. Vemos entre las cortinas y parecen ser potenciales clientes que han llegado tarde a ver la casa.
    
    Como nos tuvimos que levantar, Melida me mira con asombro mi verga erecta. Ya no seguimos en esa posición, ahora es ella la que me besa los pectorales y mi abdomen, y toma la verga con su pequeña mano y comienza a expandir mi líquido seminal que abundantemente ha llenado mi glande, que de repente comenzó a hacer ese chasquido por la fricción de su mano. Me hace un juego oral, donde me besa todo el entorno de mi verga, de vez en cuando se introduce alguno de mis huevos en su pequeña y bonita boca, y pasa así por minutos sin insertarse la verga y solo me deja sentir sus labios y la punta de su lengua lengüetea mi glande. Me tiene a mil y es ella la que hoy habla:
    
    - Tienes una verga muy hermosa y la más grande y gorda que personalmente he visto. ¿Cuánto te mide?
    
    - 22, 23 centímetros… algo así. –le he contestado.
    
    - Definitivamente es grande. – diciendo aquello y se metió lo que más pudo en su linda boca.
    
    Me dio una mamada deliciosa de algunos 10 minutos y me dejó ensaliva la verga y mis huevos. Presintiendo o imaginando lo que Melida quería hacerme, ella ya tenía una toalla para secarme los huevos. Yo quise corresponderle a la mamada, pero me pidió que quisiera montarme. Se subió por sobre mí, abrió sus preciosas piernas y me deja ver su conchita bien pronunciada entre esa estructura ...
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