Raúl penetra a mi mujer. - Relatos Eróticos

Raúl penetra a mi mujer.

Llevábamos algún tiempo fantaseando  la idea incluir a un tercero en nuestra relación. Cuando hacíamos el amor yo mencionaba estas ideas al oído de mi mujer, esta se exitaba cada vez más con la idea, podía sentir como su vagina se iba calentando  con la idea y como sus deliciosos jugos escurrían al rededor de  mi pene, jadeaba despacio se retorcía y enterraba sus uñas en mi espalda. Yo le preguntaba si le gustaba la idea, por lo general me respondía con un "podría ser" con su voz entrecortada y excitada por toda la situación.

Luego de un tiempo contacté a Raúl por un anuncio que encontré en la red. Conversamos un tiempo por mensajería, buscabamos tener información el uno del otro por temas de seguridad, además de planear el encuentro.

Un día, estando  más avanzados en el acuerdo comenté  mi mujer, tengo  alguien. Ella sonrió pensando que era broma, por respuesta recibía un "ya empezaste". Una noche hacíamos el amor le mencioné esto mismo al oído y en ese estado su respuesta fue distinta, estaba muy excitada, su vagina ardientemente jugosa,  luego de escuchar su típico podría ser, le dije: te va  a llamar mañana, en ese instante pude sentir su rica concha mojarse y calentarse más hasta sentirla acabar y enterrar sus uñas en mi espalda, en el tiempo que yo dejaba escurrir toda mi tibia leche en el interior de su caliente y rica concha.

Al día siguiente el llamado programado resultó bien, luego de esto comenzamos  planear el encuentro. Durante las semanas siguientes ...

... seguimos conversando. Yo con mi mujer excitados teniendo el más rico sexo regularmente, cada vez que se nos daba la oportunidad. Un día Raúl (Casado) quedó solo en casa, tenízmos planeado un llamado de media noche. Luego de unas copas de vino, en nuestro living, música suave y chimenea encendida, llámanos a Raul. Mi mujer luego de un par de copas se encontraba muy excitada. Mientras ellos hablaban con la intención de conocerse un poco yo dejaba escurrir mis manos por el exquisito cuerpo de mi mujer. Acariciaba su cintura, de vez en cuando la besaba. Subía mis manos de su cintura a sus lindas telas, grandes,  duras y con unos deliciosos pezones.  Mientras ella continuaba su conversación yo dejaba escurrir mis dedos hasta su jugosa y caliente concha. Me acomodaba, le quitaba algo de ropa y abría su piernas para disfrutar su exquisito sexo. Los tres a esas alturas excitados. Luego de disfrutar con mi boca su vagina, la acomodé en el sofá en cuatro afirmada en el apoya brazos y la empecé a penetrar. Mientras ella hablaba con su amigo. Que a esas alturas también parecía tener ua voz excitada por la calentura de la situación. Probablemente tuvimos sexo otras tres o cuatro veces esa noche. Contábamos los días para el encuentro, mientras disfrutábamos del mejor sexo cada vez que podíamos.   

El día del encuentro: Arrendamiento una departamento y esperamos  nuestro invitado  Mi mujer con una comprensible cuota de nerviosismo. Cuando llegó nuestro invitado, bebimos algo, conversamos de ...