Por fin con mí abuelo - Relatos Eróticos

Por fin con mí abuelo

Siempre quise tener sexo, y más aún sexo con mí abuelo, él era arquitecto en su juventud y según mí mamá siempre se cuidó, y es que con sus 50 años ese hombre tiene el cuerpo musculoso y usa barba, es mí oso personal, le decía así de pequeña y ahora también, pero con otra intención, él ni lo nota solo soy su nieta quinceañera aún tan infantil para llamarle oso, así que un día viendo una porno noté como la chica seducía a su compañero masturbándose frente a él, y lo copié, no fue difícil, mamá me deja con el abuelo toda la semana, casi como qué es en su casa qué voy de visita los fines de semana, si ella no sale claro, así que un día en vez de masturbarme tumbada en mí cama bajo las cobijas, tome la ropa mas pequeña, puse el porno alto y dejé la puerta de mí habitación abierta, el oso se escandalizó, me detuvo e incluso se marchaba así que salte sobre él, y le pedí que me ayudara, el dudo pero cuando me sobe contra él perdió el control, me clavo tan fuerte su verga que lloraba mientras gemía nunca antes tuve un orgasmo como aquél, me rompio algo y sangre pero no quería que parara, cuando me llenos de su corrida yo había llegado a correrme unas tres veces, el oso viudo si que la tiene grande y aprendí a que me gustará su sabor, desde ese día mí abuelito oso, me coje  casi diario, salimos más e incluso vamos juntos a su oficina, allí no tenemos sexo, solo hablamos, mí mama está feliz qué parece más vital mi abuelo ahora, no tiene idea que es un semental, no un hombre, y que próximamente, dejará de ser hija única