Los ex para una despedida - Relatos Eróticos

Los ex para una despedida

Cuando recibí el mensaje de mi amiga Araceli a quien no veía desde hace un par de años, me puse contento, me sacó de onda que quisiera verme. Acordado el día de la cita quedamos de vernos en el lugar de siempre. Ella y yo mantuvimos una relación furtiva durante unos años. en ese entonces estaba casado. Esa relación fue motivo de mi separación además de perder a Araceli ya que ella lo que buscaba solo era satisfacer la falta de atención que no tenía por parte de su esposo. Cuando llegué al punto de reunión con desconcierto veía que ella ya había llegado pero que no estaba sola. Estaba con otro "amigo" con el cuál tuvo sus  deslices. Me saludo muy cordial y me invitó a sentarme . Comenzó la platica muy tribial , en realidad estaba haciendo tiempo ya que faltaba de llegar otro invitado. una vez que llegó mientras tomábamos algunos snacks fuimos presentados. Héctor el tipo que ya estaba con ella cuando yo llegué, además de conocerlo, aún así nos saludamos con cierta incomodidad. César el que apenas llegaba y tal vez el más jóven de los tres, aproximadamente unos 25 años. Y yo Manuel que según mis cálculos yo tenía más antigüedad de los tres. Y Araceli un mujeron de casi 50 años pero muy sabrosa para su edad. Fuimos convocados por nuestra amiga para darle su despedida ya que estaba por cambiarse de residencia por motivos de trabajo de su esposo. Héctor y yo estábamos asombrados por la propuesta y César al parecer lo tomó por sorpresa la noticia. Ya muy tajante preguntó si todos ...

... de acuerdo, o alguien tenía objeción. Nos encaminamos  a un motel ya que no había mucho tiempo que perder. Dentro de la camioneta de Héctor por ser más grande entramos. Todos pudimos ver las nalgas de Araceli bamboleándose debajo de esos leggins azules , muy bien conservada para su edad. Una vez adentro y después de hacer coperacha para cubrir la tarifa extra del motel. La que tomó iniciativa fue ella al besarme mientras sobaba por encima de mi pantalón mi bulto que ya empezaba a reaccionar. César se acercó para acariciarle sus nalgas ella con su otra mano buscó su paquete. Héctor optó por desvestirse para luego unirse al manoseo, ya los tres estuvimos sin ropa y Araceli en medio de nosotros se hincó para mamarnos las vergas. Algo inusual para ella, ya que no cualquiera podía ser digno de tener ese privilegio. Estaba muy excitada chupando alternada mente y sobándolas con ambas manos. Luego se levantó y entre los tres la empezamos a sobar por encima de su blusa y leggins. Sus nalgas eran apretadas y acariciadas por las manos de sus machos. Empezamos a quitarle la ropa y ya tenía muy mojada la panocha. Héctor nos ganó a todos cuando se avalanzó para mamarle la panocha, ella solo se arqueaba por el lengüeteo que le propinaba. César y yo nos acercamos a petición de ella para continuar dándonos placer bucal. Yo nunca había experimentado algo así, supongo que ella si, de cualquier modo tenía que valer la pena su despedida. Héctor la penetró y enseguida soltó nuestras vergas ya que ...