TARTA 5 (EN “CASA”) - Relatos Eróticos

TARTA 5 (EN “CASA”)

Sabía que esto no duraría mucho. No porque me fueran a echar. Yo sabría cuando me tendría que ir para no cagarles la juventud. Pero antes había dos cosas…, o tres, que se deberían cumplir: que Ari se reciba, que Kirky estudie turismo, que para eso estaba “dotada”…, y que consiga trabajo en algo relacionado con el rubro. ¡Creo que lo lograré!
Pasamos la noche maravillosamente bien. 
Cuando me levanté para ir al baño, alrededor de las cuatro, las chicas seguían dormidas…, y cuando volví…, estaban bien despiertas, acostadas, desnudas y con las piernas bien abiertas. ¡Seguía la fiesta! Comencé con Ari, como siempre. Le levanté las piernas y sin demasiados prolegómenos se la enterré en la concha. En el culo no quería… -yo no quería…-, pues luego de digerir, sin ir al baño…, sería “peligroso”.
Ari me sonrió y me tiró un besito. Me incliné a besarla, y luego a chupar los pezones, mientras bombeaba, con el acompañamiento de sus caderas… 
-Escuchen chicos… ¿tienen algo en el baño…, bueno…, para limpiarme por “dentro”? – Kirky tenía claro lo que quería.
-Si, claro, tenés un aparatito para enemas. Le ponés agua y te inyectas todo lo que quieras. 
-¡Bravo! Ya vuelvo.
-¡Jajaja! Kirky se prepara para ofrecerte el culito… ¡Jajaja! – Ari se divertía con las “ideas” de la nena.
Le acaricié el clítoris mientras seguía con el bombeo. Ahora trataba de no acabar. Quería hacerlo en el culo de Kirky. 
-Luego voy a ir yo para ponerme en condiciones. - Ari no se quedaba afuera. Yo bombeaba, ...

... acariciaba el clítoris, la besaba en la boca, le chupaba los pezones. No tardó mucho en llegar al orgasmo. Un temblor, la tensión de todo el cuerpo, la terrible apretada de pija para que no se escape…, el espasmo…, y vino el orgasmo… y otro más…
-¡Aaaahhh! ¡Aaaaahh… ayyyyy…! ¡Asiiiii! – Aracelí se sacudía y temblaba… - ¡Ay mi amor! ¡Me matááássss…!
	Sentir su orgasmo era algo glorioso, siempre…
-¿Te estás guardando para la nena? ¿No?
-Y…, no la quiero defraudar. – Esos comentarios de Araceli me preocupaban. 
Nos tiramos lado a lado. Nos seguimos acariciando.
-¿Te parece que le diga que se quede a vivir con nosotros? Por lo menos hasta que consiga trabajo… ¿O hay algo que te molesta?
-¡Jajaja! ¡Por supuesto no!
-Lo sabía… - Y me dio un húmedo y lujurioso beso de lengua. 
Quedó con su cabeza en mi pecho. Me besaba los pezones. Y acariciaba la pija. Por supuesto, estaba absolutamente erguida…
-No abusés, quiero que la nena lo sienta bien…
-¡Jajaja! Sí, me imagino…
-¡Hey chicos! Estoy de vuelta… ¡totalmente preparada!
-¡Jajaja! - Nos reímos los tres.
Kirky se acostó boca arriba y levantó las piernas. Me ofrecía el culo con cremita y todo. Le gustaba que nos viéramos cuando cogíamos…, igual que Ari. ¡Eran tan parecidas en la manera de gozar el sexo!
-¡Qué lástima! – Me hubiera gustado “limpita”.
-¿Por qué? – Kirky puso cara de tristeza.
-Si no tuvieras la crema te lo hubiera besado y chupado todo…
-¡Me la saco! – Kirky se levantó como rayo, y con el borde de la ...